"Fue ayer y no me acuerdo" de Jaime Bayly es una obra que sumerge al lector en la vida de Gabriel, un joven perteneciente a la alta burguesía limeña, cuya existencia se despliega entre el desinterés académico y el éxito superficial en la televisión. Gabriel, un presentador de televisión que a su vez batalla con su adicción a la cocaína y su identidad sexual, se encuentra en una constante búsqueda de sentido en medio de un Lima que le parece desoladora y cruel.
La narrativa, profundamente autobiográfica, sigue a Gabriel mientras abandona sus estudios universitarios y se adentra en el mundo del espectáculo, donde, a pesar de su éxito y remuneración, siente un profundo desprecio por el programa que conduce. En esta travesía, Gabriel explora relaciones tanto con hombres como con mujeres, encontrándose a menudo en un limbo emocional, incapaz de encasillarse en las etiquetas de homosexual o heterosexual.
El libro, que puede considerarse una secuela de "No se lo digas a nadie", comparte con su antecesor un estilo de narración crudo y una estructura similar, donde el humor y la autodepreciación juegan un papel crucial en la forma en que Gabriel enfrenta sus conflictos internos y externos. Aunque la calidad literaria del libro pueda ser cuestionable para algunos críticos, su capacidad para mantener al lector enganchado con una mezcla de morbo y entretenimiento es indudable.
En su esencia, "Fue ayer y no me acuerdo" es un relato de autodestrucción y redención, donde las drogas, la soledad y la búsqueda del amor se entrelazan en el caos que Gabriel intenta navegar. A través de su perspectiva, Bayly explora temas de incomunicación y autoaceptación, mientras captura con agudeza las idiosincrasias de la sociedad limeña de su tiempo. La obra destaca no solo por su contenido provocativo sino también por la habilidad del autor para describir con precisión y ritmo la complejidad de su protagonista, haciéndola una lectura recomendable para aquellos en busca de un libro ligero pero significativo.
