¡Dios mío! ¿Qué he hecho yo para merecer esto? es una compilación de viñetas satíricas y agudas donde José María Pérez González, conocido como Peridis, convierte la política española en un campo minado de humor y crítica. Publicado por Editorial Turpial en marzo de 2015 y con 304 páginas de contenido provocativo, Peridis ofrece un recorrido visual y textual por los escenarios políticos que han marcado las últimas décadas en España.
Este libro no solo es un homenaje a los lectores y colaboradores del periódico El País, para el cual Peridis ha dibujado de forma regular, sino que representa también un agradecimiento irónico a los políticos españoles. La obra destaca cómo estos últimos, a través de sus decisiones, fracasos y escándalos, han proporcionado material inagotable para el ingenio y la pluma del autor. Peridis explora la naturaleza cíclica de la política, donde cada ocho años aproximadamente, los votantes traen nuevos personajes al panorama nacional, renovando así las fuentes de inspiración para sus caricaturas.
El autor utiliza su destreza para dibujar no solo para entretener y provocar risas, sino también para incitar a la reflexión sobre la realidad política y social de España. Con una mezcla de nostalgia y humor, Peridis recuerda figuras como José Luis Rodríguez Zapatero y Manuel Fraga, agradeciéndoles por las innumerables viñetas que sus carreras políticas le han inspirado. Asimismo, envía un mensaje a los políticos actuales, pidiéndoles que continúen proporcionando material para su creatividad, aunque con una súplica de benevolencia hacia su trabajo como caricaturista.
¡Dios mío! ¿Qué he hecho yo para merecer esto? es, en esencia, un reflejo de cómo el arte de la caricatura puede ser un espejo crítico y entretenido de la vida política. Con su estilo característico y un agudo sentido del humor, Peridis no solo captura la esencia de los políticos y sus acciones, sino que también invita a los lectores a mirar más allá de la superficie, sugiriendo que incluso en los actos más controvertidos se pueden encontrar motivos para reflexionar y, por qué no, para reír.
