"Mirlo blanco, cisne negro" de Juan Manuel de Prada es una aguda exploración del mundo literario y editorial, teñida de sátira y autocrítica. En esta novela, Prada se enfrenta con valentía a sus propios fantasmas y a los del entorno cultural contemporáneo, utilizando una estructura de novela en clave que sin embargo trasciende este formato para alcanzar una profundidad mayor.
La historia inicia con caricaturas vengativas de figuras literarias reconocidas, lo que establece el tono crítico y a veces mordaz de la obra. A través de Alejandro Ballesteros, un joven escritor provinciano, y Octavio Saldaña, un autor consagrado, Prada explora los intrincados caminos de la fama literaria y la integridad artística. Ballesteros, con un libro de cuentos bajo el brazo, es introducido en el voraz mundo editorial de Madrid, mientras que Saldaña, ya famoso, se enfrenta a las consecuencias de su éxito y a la tentación de venderse a los medios más comerciales.
Saldaña, cuya obra maestra "El arte de pasar hambre" lo catapultó a la fama, se ve reflejado en Prada, quien también experimentó un ascenso meteorológico y una caída estrepitosa en su carrera. La novela no solo narra el ascenso y la caída de estos dos personajes, sino que también se adentra en cómo la industria y los críticos pueden influir y, en ocasiones, dictar el valor de la obra literaria. Ambos personajes son desdoblamientos de Prada, permitiendo una introspección sobre la dualidad del éxito y la autenticidad en el arte.
El libro también critica la involución hacia la literatura como producto comercial, representado por la participación de Saldaña en tertulias de corte ultraderechista y su eventual capitulación ante lo que él denomina lo "políticamente correcto". A través de estas experiencias, Prada ilustra las complicaciones y sacrificios que conlleva mantenerse fiel a la visión artística en un mundo que valora más el espectáculo que la substancia.
Finalmente, "Mirlo blanco, cisne negro" no solo es una reflexión sobre la literatura y la vida de un escritor sino también un comentario sobre la sociedad y la cultura contemporáneas. Aunque la novela puede leerse como un fracaso en imitar el estilo de Henry James, es un éxito rotundo en capturar la esencia y los desafíos de Juan Manuel de Prada como escritor. Con un estilo directo y sin concesiones, Prada ofrece una obra que es tanto una autoexploración como una crítica del mundo que lo rodea.