"Los ochenta son nuestros", escrita por la renombrada dramaturga Ana Diosdado y transformada en novela en 1986, es una obra que encapsula el espíritu y las tensiones de la juventud española durante la década de los ochenta. Esta obra fue estrenada con éxito en el Teatro Infanta Isabel de Madrid el 13 de enero de 1988, ofreciendo un retrato crudo y emotivo de una generación en búsqueda de identidad y significado en un periodo de transición cultural y social.
La trama se desarrolla en el garaje de un chalet, a las afueras de una ciudad española no especificada, donde un grupo de jóvenes recién salidos de la adolescencia se congrega. A lo largo de la obra, estos personajes desgranan sus preocupaciones, conflictos generacionales, la delincuencia juvenil y las marcadas diferencias de clase que los rodean. La acción se sitúa en la noche de Año Nuevo, añadiendo un sentido de urgencia y reflexión sobre el pasado y el futuro.
Entre los personajes principales se encuentra José, un joven rebelde que huye del hogar familiar y es acusado de la muerte de El Barbas, un amigo del grupo. Miguel, proveniente de una familia acomodada, muestra una madurez que contrasta con el resto; mientras que Mari Ángeles lucha con el trauma de la pérdida de su padre. Cris, por su parte, intenta superar una violación y las constantes reminiscencias del evento. Rafa revela una profunda angustia psicológica conforme se desvela el misterio del asesinato. Laura, hija de nuevos ricos, y Juan Gabriel, hermano de Rafa, también aportan a la complejidad emocional y social del grupo.
La dirección original estuvo a cargo de Jesús Puente, con escenografía de Simón Suárez y música de Teddy Bautista, creando un ambiente que capturó a la perfección la esencia de una época definida tanto por su música como por su estética y conflictos sociales. A lo largo de los años, la obra ha sido representada en diversos teatros, incluyendo adaptaciones en Barcelona y Buenos Aires, demostrando su relevancia y resonancia universal más allá de las fronteras españolas.
"Los ochenta son nuestros" no solo es un espejo de los tumultuosos años ochenta en España, sino también un testimonio del poder del teatro para provocar reflexión y diálogo sobre temas que, aunque enmarcados en el pasado, siguen siendo de actualidad. Una obra imprescindible para entender la evolución cultural y social de la España moderna.