En "Poesía sin fin", Alejandro Jodorowsky nos sumerge en una exploración dramática y visualmente deslumbrante de su juventud en el Santiago de Chile de finales de los años 40 y principios de los 50. Continuando el viaje autobiográfico que empezó con "La danza de la realidad", este film, dirigido y escrito por Jodorowsky, se centra en su adolescencia y primeros años de adultez en el vibrante barrio Matucana, un nido de artistas y bohemios.
La película sigue a un joven Alejandro (interpretado por Jeremias Herskovits en su adolescencia y Adan Jodorowsky en su juventud), quien busca romper con las restrictivas normas familiares y sociales, embarcándose en un viaje personal y artístico que definirá su futuro. En este periodo crucial, se encuentra con figuras legendarias de la poesía y el arte chileno como Enrique Lihn, Stella Díaz Varín y Nicanor Parra, interpretados con fervor y pasión por un elenco talentoso. Cada encuentro es una puerta hacia nuevas percepciones y experiencias que moldean su percepción del mundo y del arte.
Visualmente, "Poesía sin fin" es una fiesta para los sentidos, gracias a la cinematografía de Christopher Doyle, que captura la esencia del Santiago de esa era con una paleta de colores vibrantes y composiciones imaginativas que reflejan la mente de Jodorowsky. La música de Adan Jodorowsky no solo acompaña, sino que intensifica, la atmósfera emotiva y a menudo surrealista del film.
Este es más que un simple biopic; es una reflexión sobre la búsqueda del significado en la vida y el arte, un tema que Jodorowsky maneja con la habilidad de un poeta y la audacia de un revolucionario. "Poesía sin fin" no solo narra la formación de un joven artista, sino que también celebra la capacidad del espíritu humano para reinventarse a sí mismo a través de la creatividad y la expresión poética. La película desafía al espectador a contemplar la vida desde una perspectiva donde "la vida no tiene sentido, solo hay que vivirla", como sugiere el propio Jodorowsky.
En definitiva, "Poesía sin fin" es una obra imprescindible para los admiradores de Jodorowsky y para aquellos que se interesan por los relatos visuales intensos y profundamente personales que exploran la complejidad de la vida y el arte. Este film no solo continúa el legado de Jodorowsky como cineasta, sino que también se erige como un poderoso recordatorio de la poesía que reside en el caos de la existencia.