En "El amante del volcán" de Susan Sontag, nos sumergimos en un meticuloso retrato del siglo XVIII a través de un intrincado triángulo amoroso que involucra a William Hamilton, embajador británico en Nápoles y ferviente coleccionista de arte, su joven esposa Emma, y el célebre almirante Nelson, conocido por su victoria contra Napoleón. Esta novela, que se adhiere al estilo narrativo inglés de finales del siglo XVII, no solo ofrece una saga romántica, sino que se adentra en una profunda reflexión sobre el papel de la mujer, la revolución y la evolución de los valores sociales y artísticos de la época.
La trama se desarrolla en el vibrante contexto de Nápoles durante la Revolución Francesa, explorando tanto la opulencia como las convulsiones políticas de la era. La llegada de Emma a Nápoles marca el inicio de una serie de transformaciones personales y relacionales. Bajo la tutela de William, Emma se convierte en una pieza más de su impresionante colección, tratada inicialmente como un objeto de placer transferido por su sobrino. No obstante, su relación evoluciona y Emma crece intelectual y emocionalmente al lado de William, aunque siempre adaptándose a las sombras de los hombres que dominan su vida.
La situación toma un giro con la entrada de Nelson en sus vidas. Con él, Emma experimenta otra metamorfosis, adaptándose esta vez a los gustos y pasiones de Nelson, mientras alrededor la Revolución Francesa alcanza su auge sanguinario, mostrando la indiferencia de la aristocracia hacia el sufrimiento humano. Sontag aprovecha estos entrelazamientos personales para ofrecer una crítica a la sociedad de la época, utilizando la figura del coleccionista como metáfora del comportamiento humano y el trato hacia la mujer como un objeto más dentro de la colección de conquistas y posesiones.
La novela, aunque densa y a veces desordenada según algunos críticos, es celebrada por su rica narrativa y su capacidad para entrelazar las vidas personales con temas más amplios de cambio social y cultural. Es un texto que desafía al lector, no solo a seguir la saga de sus personajes, sino a reflexionar sobre las dinámicas de poder, el arte y la revolución. "El amante del volcán" es una obra que, más allá del entretenimiento, invita a una meditación sobre la historia y la humanidad, marcando a Susan Sontag como una novelista de gran calibre.