En "El héroe", la primera pieza teatral de Manuel Rivas, nos encontramos inmersos en el ambiente opresivo de La Coruña a principios de los años 70, bajo la sombra alargada de la dictadura franquista. Rivas, reconocido por su habilidad para tejer narrativas profundamente emotivas y críticas, no decepciona en esta obra que combina drama, poesía y un sutil toque de humor.
El protagonista, Robinson, también conocido como Caronte, es el epicentro de esta historia. Regenta un bar donde se celebran combates de boxeo y él mismo se calza los guantes. Su espacio se llena con los fados melancólicos de su compañera, Lucía. El pasado de Robinson está marcado por su participación en la guerra de Sidi Ifni, un conflicto olvidado y silenciado, donde fue capturado y torturado pero nunca traicionó a sus compañeros. De legionario a boxeador y barman, Robinson es un hombre que combate sus batallas tanto físicas como emocionales.
La obra se desarrolla en un país donde impera "la ley del silencio", y los personajes se ven constantemente vigilados por los Hombres de Sombra, agentes de la represión franquista. Rivas describe un escenario donde "la dictadura se convierte en un paisaje natural por la resignación de unos y la complicidad de otros", y solo unos pocos, como Robinson, Lucía y Lanzarote, resisten. Lanzarote, un personaje misterioso con una cámara portátil, está siendo perseguido por la justicia y se une al enclave del bar. Otro personaje fascinante es Medias Vermellas, una mujer con un pasado trágico y un discurso lleno de onomatopeyas y reflexiones abstractas sobre la vida y la represión.
La obra está impregnada de un fuerte contenido poético y dialéctico, ofreciendo múltiples capas de interpretación. Rivas utiliza un lenguaje que flota en el aire, evocando imágenes potentes y emociones profundas, todo mientras mantiene una crítica constante al régimen opresor. Además, la obra se permite momentos de alivio cómico que proporcionan un respiro dentro de su tensa atmósfera.
"El héroe" es una obra que desafía al olvido, al silencio impuesto y a la resignación. Manuel Rivas, a través de esta conmovedora pieza teatral, ofrece un testimonio de resistencia, memoria y la lucha incesante por la justicia y la libertad, elementos que resuenan con urgencia en cualquier época y lugar.
