Explorar "El cementerio sin lápidas y otras historias negras" de Neil Gaiman es sumergirse en un abanico de relatos donde la fantasía, el misterio y lo ultraterreno se entrelazan con la maestría narrativa característica de Gaiman. Publicado originalmente en 2007 bajo el título "M is for Magic", esta colección se presenta como una puerta de entrada ideal tanto para neófitos del autor como para sus seguidores de largo recorrido, ofreciendo historias que capturan la imaginación de lectores de todas las edades.
El libro incluye cuentos que van desde lo fantástico y lo místico hasta lo cómico y lo macabro. En "Cómo vender el puente de Ponti", Gaiman nos lleva a un mundo casi sacado de "Las mil y una noches", mientras que "El pájaro del Sol" destila un humor bienhumorado y ligero. La naturaleza fantasmagórica de "La presidencia de Octubre" y "La lápida de la bruja" —cuento que da título al libro en su traducción al español—, sumerge al lector en una atmósfera densa y enigmática.
Historias como "El puente del trol" y "El caso de los veinticuatro mirlos" exploran el ambiguo mundo de los cuentos infantiles con un giro adulto, mientras que "Instrucciones" ofrece una narrativa en verso que encanta y desorienta. No menos intrigante es "Cómo hablar con las chicas en las fiestas", una historia que mezcla la alucinación lisérgica con un toque alienígena, en un relato que todo adolescente debería experimentar.
Uno de los cuentos más destacados es "No le preguntes a Jack", donde lo inquietante de lo cotidiano se teje alrededor de un elemento aparentemente banal. Además, "Caballería" inyecta humor al relatar cómo una anciana encuentra el Santo Grial en una tienda de segunda mano y recibe en su casa la visita del caballero Sir Galahad. Este relato demuestra la habilidad de Gaiman para transformar lo ordinario en extraordinario, un tema recurrente en su obra.
Además de la riqueza temática, "El cementerio sin lápidas y otras historias negras" es un testimonio de la habilidad de Gaiman para crear mundos cerrados y autónomos que parecen completamente apartados de la realidad, pero que durante la lectura se convierten en el universo entero para el lector. Este libro no solo entretiene, sino que también invita a la reflexión y al asombro, elementos que hacen de la lectura de Gaiman una experiencia memorable y enriquecedora.