"París era una fiesta", publicado póstumamente en 1964, es un vibrante homenaje literario de Ernest Hemingway a los días de juventud que vivió en la capital francesa durante la década de 1920. A través de un collage de anécdotas, reflexiones y encuentros, Hemingway pinta una imagen nostálgica y enérgica de un París que se convirtió en el epicentro de la vida artística y literaria para muchos expatriados americanos. Este libro no solo ofrece un vistazo a la vida personal del autor, sino que también captura el espíritu de una era que oscilaba entre dos guerras mundiales.
El libro se despliega como una serie de episodios que exploran desde las profundidades de la pobreza hasta los placeres simples de la vida bohemia en París. Hemingway, con su característica prosa directa y vigorosa, relata sus experiencias junto a figuras legendarias como F. Scott Fitzgerald, ofreciendo un retrato íntimo y a veces crítico de estos personajes. Los lectores son llevados a través de pequeñas tabernas y restaurantes, los rincones de tertulias y el consumo jubiloso de buena comida y bebida, elementos que, según Hemingway, definieron aquellos años dorados.
La obra no solo se detiene en lo anecdótico, sino que profundiza en la construcción de un paisaje cultural y social de París, que Hemingway describe con un minucioso placer. A través de su narrativa, emergen temas de camaradería, creatividad y la constante búsqueda de la belleza y la verdad en medio de la cotidianidad. Este libro es tanto una memoria como una declaración de amor a una ciudad que, en palabras de Hemingway, nunca termina de revelarse completamente.
Publicado tras la trágica muerte de Hemingway, "París era una fiesta" sirve también como un documento póstumo que refleja la melancolía y la reflexión del autor sobre su propia vida y tiempos. A pesar de su tono a veces sombrío, la obra destila una celebración de la vida y del arte, invitando a los lectores a perderse en el laberinto de calles parisinas que una vez fueron el hogar de algunos de los más grandes artistas y escritores del siglo XX. En última instancia, el libro es un testimonio de los años formativos de Hemingway, y una ventana a la historia cultural de una era que transformó muchos aspectos del arte moderno y la literatura.