Publicado por la Editorial Encuentro en junio del año 2000, "Los personajes de la República vistos por ellos mismos" de Pío Moa, emerge como una obra crítica que desafía la visión idealizada y superficial que comúnmente se tiene de la República Española. A través de 445 páginas, Moa se adentra en una exploración detallada y reveladora de las figuras clave de este periodo, utilizando para ello sus propias palabras y escritos, lo que confiere al libro un carácter auténtico y profundamente informativo.
El foco principal de este ensayo es desentrañar la verdadera naturaleza de los dirigentes republicanos, como Manuel Azaña, cuya imagen ha sido casi santificada en la narrativa popular, a pesar de las contradicciones y complejidades que sus diarios personales, publicados en México, revelan sobre su carácter y sus decisiones políticas. Moa argumenta que estos documentos y testimonios, a menudo ignorados o distorsionados por la historiografía contemporánea, son esenciales para comprender las dinámicas y falencias internas de la República, que eventualmente condujeron a la Guerra Civil Española.
En su libro, Moa no solo presenta un análisis de las figuras políticas desde una perspectiva crítica, sino que también expone cómo estos líderes enfrentaron los desafíos y conflictos de su tiempo. Detalla las ideas, estrategias y cálculos políticos que guiaron sus acciones, proporcionando así una visión más rica y matizada de este turbulento periodo. El autor sostiene que, para entender realmente la historia y las causas detrás de la Guerra Civil, es crucial escuchar a los protagonistas en sus propios términos, sin los filtros de la idealización o la censura.
Este enfoque ha convertido a "Los personajes de la República vistos por ellos mismos" en una obra fundamental para aquellos interesados en una comprensión más completa y menos sesgada de la Segunda República Española. Pío Moa, conocido por sus trabajos polémicos y revisionistas sobre la Guerra Civil y la historia de España, ofrece en este libro una perspectiva que desafía las narrativas establecidas y aporta una nueva dimensión al estudio de uno de los periodos más críticos y debatidos de la historia española.
En suma, esta obra no solo es una contribución significativa a la historiografía española, sino también un llamado a revisar y cuestionar las simplificaciones y mitologías que a menudo dominan la memoria colectiva y la enseñanza de la historia contemporánea de España.
