'El río', una obra íntima y evocadora de Ana María Matute, nos sumerge en las aguas profundas de la memoria y el pasado. Publicado en 1963 y reeditado por Editorial Austral en 2024, este libro de 208 páginas se presenta como un viaje nostálgico a un pueblo español de la posguerra, ahora desaparecido bajo las aguas de un embalse. La narrativa, rica en simbolismo y emotividad, es un testimonio de los recuerdos de infancia del protagonista en Mansilla de la Sierra, un lugar que solo resurge en los veranos cuando el agua se retira.
La autora teje una serie de relatos cortos, cada uno un fragmento de un pasado irrecuperable, donde los juegos y travesuras infantiles cobran vida con una intensidad que solo la mirada de un niño puede conferir. A través de estos episodios, Matute no solo reconstruye el escenario de su niñez, sino que también captura la esencia de una época y una generación marcada por la simplicidad y la crudeza de la vida rural española durante los años cuarenta. Elementos como lobos, mendigos, y la muerte trágica de un niño, se entretejen en esta narración, añadiendo capas de realismo mágico y profundidad emocional.
El regreso del protagonista al pueblo de su infancia, ahora un espejismo ahogado por el pantano, sirve como un poderoso símbolo de la pérdida y la transformación. El acto de recordar se convierte en una resistencia contra el olvido, una lucha para preservar aquellos momentos de inocencia y alegría en un mundo que ha cambiado irreversiblemente. Cada capítulo revela no solo juegos y aventuras, sino también una reflexión madura sobre la pérdida, el paso del tiempo y la muerte, temas recurrentes en la obra de Matute.
Reconocida por su habilidad para capturar la complejidad de las emociones humanas y la belleza del paisaje rural, Ana María Matute, miembro de la Real Academia Española y galardonada con premios como el Cervantes y el Nacional de las Letras, ofrece en 'El río' una obra conmovedora que resonará en aquellos que han experimentado la nostalgia por un paraíso perdido. Este libro no solo es una pieza clave en la literatura contemporánea española, sino también un homenaje universal a la eterna juventud y a los lugares que, aunque desaparecidos, siguen vivos en la memoria colectiva.