"Memoria de Almator", la primera novela de Rosa Regàs, nos sumerge en la vida de una mujer que, tras romper con una existencia monótona y carente de emociones, hereda la masía de sus abuelos en Almator, el lugar donde vivió durante su infancia. La protagonista se ve arrancada de este idílico entorno cuando era niña debido a oscuras disputas familiares, y ahora, veinticinco años después, decide regresar. En su memoria, aquel hogar se ha transformado en un paraíso perdido, un refugio idealizado por el tiempo y la distancia.
La obra se caracteriza por su elegante prosa y la precisión en el uso del lenguaje, que contrasta con la intensidad de los sentimientos retratados, explorando la lucha interna entre la voluntad y la sumisión. La narrativa invita al lector a cuestionar si es posible o no revivir un pasado que ha sido embellecido por los recuerdos, enfrentando la realidad de que todo cambia, incluyendo a nosotros mismos.
La historia transcurre en un contexto rural catalán donde el orden social empieza a desmoronarse, reflejando no solo los cambios en la protagonista, sino también en el entorno que la rodea. A pesar de la belleza y la conexión con la naturaleza, se presenta un ambiente rústico poblado por personajes que a menudo se muestran ignorantes y conflictivos. Sin embargo, los perros de la masía emergen como figuras de compañía leal, contrastando con la hostilidad humana.
La novela está dividida en dos partes distintas: la primera se centra en los sueños y expectativas de la protagonista, con descripciones detalladas que algunos lectores pueden encontrar tediosas, pero que son esenciales para establecer el marco de la historia. La segunda parte presenta un cambio drástico en los acontecimientos, llevando a la protagonista por un camino de desilusión y reevaluación personal. Este giro permite a los lectores comprender la complejidad de volver a un lugar cargado de idealizaciones del pasado.
"Memoria de Almator" es más que una simple narración sobre regresar a casa; es una reflexión profunda sobre la memoria, la pérdida y la inevitabilidad del cambio, invitando a los lectores a soltar las reminiscencias del pasado para poder enfrentar la realidad de su presente.