"Cualquier verano es un final" de Ray Loriga es una reflexiva novela que explora los complejos entramados del amor, la amistad y la mortalidad a través de los ojos de sus protagonistas, Luiz y Yorick. Luiz, quien ha disfrutado de una vida llena de privilegios y alegrías, se encuentra en un punto de su existencia donde la idea de la muerte se convierte en una obsesión tranquila y planeada. A pesar de su edad y las oportunidades que la vida aún le ofrece, decide que desea terminar su vida mediante suicidio asistido en una clínica en Suiza.
Por otro lado, Yorick, un editor de libros infantiles que recientemente ha superado una grave enfermedad, se enfrenta a la vida con una renovada perspectiva, decidido a aprovechar cada momento tras recibir una segunda oportunidad. La amistad entre Luiz y Yorick es profunda y compleja, marcada por un amor platónico y una admiración mutua, aunque Yorick lucha por comprender la decisión de Luiz de querer terminar su vida.
La narrativa de Loriga se sumerge en las profundidades de la amistad y el amor, explorando cómo estos sentimientos pueden estirarse y confundirse hasta casi desdibujar sus límites. La historia está salpicada de humor y ternura, haciendo que el lector transite por emociones variadas, desde la sonrisa hasta la melancolía. A medida que la trama se desarrolla, Loriga habilmente teje reflexiones sobre la vida y la muerte que son a la vez profundas y accesibles, dejando al lector con pensamientos duraderos sobre el significado de ambos.
El libro no solo es una exploración de temas universales sino también un retrato íntimo de cómo los individuos lidian con sus demonios internos y su mortalidad. La influencia personal del autor se hace evidente en la creación de Yorick, quien comparte con Loriga no solo su experiencia médica sino también sus reflexiones sobre la vida tras enfrentar la muerte de cerca. "Cualquier verano es un final" es una obra que desafía al lector a pensar sobre la precariedad de la vida y la inevitabilidad del final, todo mientras celebra los momentos fugaces de felicidad y conexión humana.
En resumen, "Cualquier verano es un final" es una invitación de Ray Loriga a contemplar la vida desde sus crepúsculos, con una narrativa que es tan conmovedora como provocativa, ideal para aquellos que buscan profundidad emocional y filosófica en sus lecturas.
