Rosa Chacel, notable figura de la generación de 1927, nos sumerge en las profundidades de la memoria y la percepción sensorial con su novela "Acrópolis", publicada por Seix y Barral. Este segundo volumen de su trilogía, iniciada con "Barrio de Maravillas", continúa el relato de dos niñas madrileñas, ahora adentrándose en los umbrales de la adultez, en una España que oscila entre la gripe española de 1918 y la proclamación de la Segunda República en 1931.
"Acrópolis" no solo retoma la vida de sus jóvenes protagonistas, sino que también evoca las resonancias de un Madrid que se transforma, en particular a través de la emblemática Residencia de Estudiantes, conocida como la Colina de los Chopos. Este lugar, que fue un crisol de intelectuales y creativos durante los años veinte, se presenta como una acrópolis moderna, un punto alto desde donde se contempla la evolución de una sociedad y de sus individuos.
La novela ha sido descrita por el poeta Jaime Gil de Biedma como una "novela auditiva", donde las voces de los personajes se entrelazan y se confunden con la de la narradora, creando un tejido de relatos que se escuchan más que se observan. Chacel aprovecha este estilo para sumergir al lector en un ambiente donde lo visual cede paso a lo auditivo, donde los recuerdos y las voces forman la verdadera esencia de la experiencia narrativa.
La influencia de la filosofía también se hace palpable en "Acrópolis" mediante la alusión al mito de la caverna de Platón, sugerida por Gil de Biedma. No obstante, en la interpretación de Chacel, no son sombras lo que se proyecta, sino voces, lo que refuerza aún más el carácter auditivo de la obra. Esta característica impulsa al lector a una reflexión más profunda sobre la realidad y la percepción, sobre cómo entendemos y damos sentido a nuestro entorno a través de lo que oímos y recordamos.
Con "Acrópolis", Rosa Chacel no solo continúa la exploración de temas iniciados en "Barrio de Maravillas", sino que también amplía su indagación estilística y temática, ofreciendo una obra que desafía y enriquece, que se convierte en un eco de la historia y la cultura españolas en un período de significativa transformación. Esta novela es, sin duda, un viaje auditivo que reverbera con la potencia de las voces que la habitan, invitando a una lectura que es tanto una recuperación de memorias como una celebración del poder narrativo.
