En "Guía de la Granada de Federico García Lorca", Ian Gibson nos invita a un recorrido único por la ciudad que moldeó y fue el hogar del célebre poeta y dramaturgo español, Federico García Lorca. Esta obra, meticulosamente elaborada y enriquecida con las fotografías de Elizabeth Disney y el grabado antiguo de David Roberts, no solo es una guía turística, sino una profunda inmersión en la historia, la literatura y el arte de Granada a través de los ojos de Lorca.
Publicada por primera vez en 1989 por Plaza & Janés en Barcelona, esta obra de 351 páginas incluye no solo textos descriptivos y explicativos, sino también mapas, planos de rutas y un retrato de Lorca a los 18 años, lo que añade un valor especial para aquellos interesados en la vida y obra del poeta. Además, su encuadernación de lujo en símil piel y sobrecubierta ilustrada hacen de este libro un objeto digno de colección.
Ian Gibson, reconocido por sus estudios exhaustivos sobre Lorca, compone un texto accesible que permite tanto a los aficionados del poeta como a los viajeros y estudiosos de la cultura española descubrir los espacios que inspiraron algunas de las más bellas y trágicas obras literarias del siglo XX. Desde el famoso barrio del Albaicín hasta la Viznar, donde Lorca encontró la muerte, el autor detalla cada localización con el contexto histórico y literario pertinente.
La obra también incluye un índice onomástico y un índice de obras de Lorca mencionadas, lo que facilita la consulta y el estudio específico de referencias cruzadas entre la vida del poeta y su obra. Este detallado enfoque no solo enriquece la experiencia del lector, sino que también proporciona herramientas para una comprensión más profunda del impacto de Granada en la obra de Lorca.
En conclusión, "Guía de la Granada de Federico García Lorca" es mucho más que una guía turística: es un viaje literario y personal que nos acerca al corazón de Granada y al espíritu de uno de sus hijos más queridos. Con la ayuda de Gibson, los lectores pueden caminar por las calles que Lorca caminó, ver los paisajes que él vio y, quizás, entender un poco mejor la compleja relación entre el artista y su entorno.
