En "Instrumental: Memorias de música, medicina y locura", el concertista de piano James Rhodes se desnuda emocional y espiritualmente para compartir su conmovedora historia de supervivencia y redención a través de las notas de la música clásica. Cada capítulo del libro comienza con una pieza que ha marcado profundamente su vida, recomendando obras y compartiendo anécdotas sobre los compositores, a menudo trágicas, entrelazando su propia historia con la historia de la música que tanto lo ha ayudado.
Después de que el Tribunal Supremo del Reino Unido levantara el veto que pesaba sobre la publicación de sus memorias, Rhodes nos ofrece un testimonio crudo y sincero sobre los abusos sexuales que sufrió en su infancia, un tema tabú que aborda sin sensacionalismo, pero con una honestidad desgarradora. La música se revela no solo como su pasión, sino como su salvadora, guiándolo a través de su dolor y su recuperación, y ayudándole a mantener la cordura en los momentos más oscuros de su vida.
El libro no solo es una autobiografía, sino también un ensayo sobre el poder terapéutico de la música, proporcionando una perspectiva única sobre cómo la música clásica puede ser una herramienta poderosa para la sanación emocional y mental. Rhodes desafía la percepción de la música clásica como elitista, mostrándola accesible y profundamente relevante, capaz de ofrecer consuelo y alegría incluso en las circunstancias más difíciles.
Con un lenguaje directo y accesible, Rhodes se dirige a los lectores como si fueran viejos amigos, invitándolos a escuchar las obras que menciona, creando un diálogo entre su experiencia y la del lector. "Instrumental" es más que una memoria; es una invitación a entender la música clásica de una manera personal y profunda, y a encontrar en ella, como lo hizo Rhodes, un refugio y una inspiración para vivir.
Este libro no solo captura la esencia de un hombre que ha sufrido y encontrado en la música clásica un camino hacia la sanación, sino que también sirve como una fuente de inspiración para cualquier persona que pueda estar luchando con sus propios demonios. Es un llamado poderoso a la resiliencia y a la esperanza, demostrando que incluso desde las profundidades del dolor más oscuro, podemos encontrar la luz a través del arte.
