Publicado en 1962, En un vasto dominio de Vicente Aleixandre representa un punto de inflexión en la trayectoria poética del autor, alejándose del surrealismo que caracterizó sus obras anteriores para abordar temas más terrenales y humanos. Este poemario se distingue por su estructura dividida en capítulos, lo que introduce una dimensión narrativa poco común en su producción anterior, pero sin llegar a ser considerado poesía social pura.
El interés de Aleixandre por lo "antropocéntrico" se hace evidente en este trabajo, donde los poemas reflejan una profunda conexión con las preocupaciones tanto existenciales como cotidianas del "hombre histórico". A lo largo de los seis capítulos del libro, Aleixandre explora diversas facetas del ser humano y de la sociedad, empleando el cuerpo humano, elementos de la naturaleza y perfiles de personajes cotidianos como vehículos de expresión poética.
En el primer capítulo, el autor se detiene en partes concretas del cuerpo humano como el brazo o la pierna, mientras que en el segundo se sumerge en el ámbito rural español con figuras como el pastor o el álamo. Los capítulos subsiguientes oscilan entre la introspección y la observación social, retratando desde personajes solitarios hasta ruinas históricas como las de Numancia, reflejando así una gama diversa de temas y enfoques.
Este poemario no solo documenta la evolución estilística de Aleixandre sino que también ofrece una visión más amplia y accesible de su obra, abriendo sus reflexiones a un público más vasto. En un vasto dominio es una obra que, si bien se arraiga en lo mundano, no pierde la esencia de la sublimación poética de la belleza y el dolor que caracteriza la obra de Aleixandre.
Con este libro, Vicente Aleixandre no solo consolidó su posición como una de las figuras cumbres de la Generación del 27, sino que también demostró su capacidad para renovarse y seguir siendo relevante en el panorama literario español, capturando el espíritu de su tiempo y explorando nuevas formas de expresión poética. El reconocimiento de este esfuerzo se vio reflejado en la obtención del Premio de la Crítica en 1963, un año después de su publicación.