Desolación, publicado por primera vez en Nueva York en 1922, es el debut literario de la poetisa chilena Gabriela Mistral, quien posteriormente se convertiría en una figura icónica de la literatura latinoamericana. Este volumen de poesía, dedicado a Juana de Aguirre y al influyente político y educador Pedro Aguirre Cerda, marca el inicio de una carrera literaria distinguida que culminaría con la obtención del Premio Nobel de Literatura en 1945.
El libro se articula en cinco secciones originales: "Vida", "Escuela", "Infantiles", "Dolor" y "Naturaleza", a las que se añadieron posteriormente "Prosa" y "Prosa Escolares y Cuentos" en ediciones chilenas. Estas secciones abarcan una amplia gama de temas, desde reflexiones profundas sobre la vida y la muerte hasta meditaciones sobre la naturaleza y la educación. La sección "Dolor" es especialmente notable por incluir "Los Sonetos de la Muerte", poema que le valió a Mistral el primer reconocimiento significativo en los Juegos Florales de 1914.
Los poemas de Mistral, escritos en su mayoría durante su adolescencia, son ejemplares de un lirismo que se enraíza en experiencias personales profundas y trágicas, manifestando una sensibilidad que trasciende la mera fabricación artística. La estructura métrica predominante en la obra son los versos dodecasílabos con rima consonante, que contribuyen a la musicalidad y emotividad de los textos.
La recepción de Desolación fue inmediatamente positiva, tanto en América como en Europa, consolidando rápidamente a Mistral como una voz poética de renombre internacional. Críticos como Volodia Teitelboim han exaltado el libro como una pieza central de la poesía latinoamericana del siglo XX, destacando su carácter trágico y profundamente humano. Julio Saavedra, por su parte, enfatizó cómo el lirismo de Mistral surge de una "neurosis vivida", una expresión directa de su sensibilidad personal más que de un ejercicio estilístico deliberado.
En resumen, Desolación no solo es un testimonio del genio poético de Gabriela Mistral, sino también un documento vital para entender el paisaje emocional y cultural de su tiempo. Este libro no solo introduce a los lectores en el alma de su autora, sino que también ofrece una perspectiva íntima de los temas universales del amor, la pérdida y la recuperación a través de la belleza del lenguaje.
