"Max y los fagocitos blancos", una obra menos conocida de Henry Miller, ofrece una narrativa que dista considerablemente de sus famosos escritos eróticos y autobiográficos. En esta novela, Miller explora los territorios de la ciencia ficción y la alegoría, manteniendo su estilo provocativo y su penetrante crítica social. La historia sigue a Max, un científico desilusionado con la sociedad moderna que descubre una nueva forma de vida microscópica, los fagocitos blancos, que, irónicamente, podrían tener la clave para salvar la humanidad de sí misma.
La trama se desarrolla en un futuro cercano, en una metrópoli sobrepoblada y contaminada donde las enfermedades y la descomposición social son rampantes. Max, mientras trabaja en su laboratorio en un proyecto para combatir nuevas enfermedades, descubre accidentalmente una raza de fagocitos blancos que no solo son excepcionalmente eficaces para combatir patógenos, sino que también parecen influir positivamente en el comportamiento humano, promoviendo la empatía y la cooperación.
Intrigado y emocionado por el potencial de su descubrimiento, Max se embarca en un viaje peligroso que lo lleva desde los bajos fondos de la ciudad hasta los más altos círculos de poder. A medida que experimenta con estos fagocitos, descubre su capacidad para alterar no solo la salud física de las personas, sino también su moralidad. Sin embargo, la élite gobernante, temerosa de perder su control sobre las masas, busca suprimir la investigación de Max, desencadenando una lucha que podría determinar el futuro de la civilización.
Miller utiliza esta premisa para explorar temas que le son familiares: la corrupción del poder, la alienación del individuo y la posibilidad de redención a través del arte y la ciencia. A través de la lente de un futuro distópico, examina los mismos vicios sociales que criticó durante su vida, mostrando cómo la ciencia, cuando se libera de las garras del poder y la codicia, puede actuar como una fuerza para el bien genuino.
"Max y los fagocitos blancos" es una obra provocativa que desafía las convenciones del género de ciencia ficción, a la vez que ofrece una visión incisiva y crítica de la sociedad. Con su estilo característico, Miller invita a los lectores a reflexionar sobre la ética de la intervención científica y el verdadero significado de la sanación en un mundo profundamente enfermo. Esta novela es un testimonio de su habilidad para fusionar narrativa y filosofía, haciendo de cada página una invitación a cuestionar el status quo.