"Distintas formas de mirar el agua" de Julio Llamazares sumerge al lector en un relato emocional y polifónico que gira en torno a la dispersión de las cenizas del abuelo en un lugar que alguna vez fue su hogar, ahora sumergido bajo el agua. A través de dieciséis voces familiares, desde la abuela hasta la nieta más pequeña, la novela teje una red de recuerdos y experiencias que exploran la pérdida, el destierro, y el profundo vínculo con el entorno natural de su aldea natal antes de su destrucción.
La estructura narrativa de la obra, que fluye como un río de conciencias entrelazadas, refleja la complejidad de las emociones y memorias asociadas al éxodo forzado de su comunidad. Cada personaje aporta una perspectiva única, moldeada por su edad, educación y vivencias, creando un mosaico de anécdotas personales que resaltan tanto la diversidad como la unidad en su percepción del entorno y la pérdida.
Llamazares utiliza el simbolismo del agua no solo como tumba del patriarca sino también como espejo de la vida, reflejando las múltiples maneras en que los personajes ven y recuerdan su pasado. La novela es un homenaje a la memoria y a la tierra que fue arrancada de sus personajes, explorando el dolor del desarraigo y la nostalgia por un mundo que ya no existe. A través de esta lente, el autor examina el impacto duradero del desplazamiento y la importancia de la tierra natal en la identidad de las personas.
La obra también se inspira en la historia real del pueblo de Ferreras, cuyos habitantes fueron realojados tras la desecación de la laguna de la Nava, destacando las dificultades de adaptación al nuevo entorno. Este trasfondo histórico y personal añade una capa de autenticidad y profundidad al relato, subrayando la tragedia de las comunidades desplazadas. A pesar de ciertas críticas sobre la repetición temática y la falta de diversidad en las perspectivas de los personajes, la novela ha sido valorada por su delicada exploración de temas universales y su estilo narrativo envolvente.
En definitiva, "Distintas formas de mirar el agua" es una obra introspectiva y conmovedora que desafía al lector a reflexionar sobre el significado del hogar, la memoria y la pérdida, mostrando cómo un mismo evento puede ser visto de muchas maneras, dependiendo de los ojos que lo miren. Julio Llamazares logra capturar la esencia de una experiencia humana compartida, haciendo de esta novela un testimonio poderoso de la resiliencia y la adaptación ante la adversidad.
