"Partes de un todo", obra del alicantino Antonio Moreno, es una exploración introspectiva y meticulosa del legado familiar y sus intrincadas ramificaciones. Publicada por Huerga y Fierro Editores, esta pieza literaria se compone de 80 páginas donde el autor despliega una narrativa que entrelaza recuerdos, anécdotas y una profunda reflexión sobre la identidad y la memoria. Moreno, conocido por su habilidad para tejer historias que exploran el ámbito personal y colectivo, nos invita en esta ocasión a un viaje a través del tiempo y el espacio, reconstruyendo la historia de su familia desde sus raíces murcianas.
En "Partes de un todo", Moreno no solo se concentra en la figura de sus ancestros, sino que también se adentra en la complejidad de las relaciones familiares y el impacto de estas en nuestra propia identidad. Utilizando lo que él describe como 'teselas' de identidad, el autor compone un 'mosaico' que busca ofrecer una imagen más completa de su linaje. A través de este proceso, Moreno no pretende encontrar un reflejo de sí mismo en sus antepasados, sino más bien comprender sus vidas y las decisiones que tomaron, reconociendo que, a pesar de sus esfuerzos, toda biografía es en última instancia fragmentaria.
Este libro se inscribe en una trilogía que incluye obras anteriores donde Moreno ha tratado temas similares, como la infancia y la pérdida de seres queridos, pero "Partes de un todo" se distingue por su enfoque en la reconstrucción genealógica. El autor adopta una perspectiva que combina la distancia crítica necesaria para narrar estos retratos familiares con una palpable cercanía emocional, logrando un equilibrio que dota a la obra de una riqueza tanto emocional como analítica.
Antonio Moreno, con esta obra, no solo contribuye a la literatura contemporánea española, sino que también ofrece un espejo en el que los lectores pueden reflexionar sobre sus propias familias y las historias personales que conforman el tejido de sus identidades. "Partes de un todo" es, en última instancia, un llamado a la valoración de la memoria y la historia familiar como pilares de nuestra propia existencia, en un tiempo donde, como señala Moreno, la memoria a menudo se ve desplazada por la velocidad de la vida moderna.