En Algo de mí mismo, Rudyard Kipling nos ofrece un vistazo íntimo a su vida y su evolución como escritor, en una autobiografía que se despliega con la tensión y el encanto de una novela de aventuras. Escrito en el ocaso de su vida, este libro póstumo no solo recapitula sus experiencias desde la infancia en la vibrante Bombay hasta su consagración literaria en Londres, sino que también explora las profundidades de su propio carácter y sus reflexiones sobre el mundo que lo rodeaba.
Kipling nació en la India, y fue allí donde comenzó a forjarse su singular mirada, entre el esplendor sensorial y los contrastes culturales de su país natal. Sin embargo, su educación en Inglaterra le proporcionó otra perspectiva, marcada por la rigidez y a veces la crueldad, como refleja en su descripción de la Casa de la Desolación. A pesar de estas dificultades, fue en Inglaterra donde Kipling descubrió su pasión por la literatura, una llama que lo acompañaría de vuelta a la India y durante toda su vida.
Al regresar a Bombay con apenas 16 años, Kipling comenzó a trabajar como periodista. Esta etapa no solo afinó su pluma con un estilo incisivo y entretenido, sino que también lo situó como testigo y narrador de la interacción entre culturas. Sus primeros relatos literarios, imbuidos de un profundo entendimiento del tejido anglo-indio, recibieron una calurosa recepción crítica y allanaron el camino para sus futuras obras maestras.
La vorágine de viajes por cinco continentes y su estancia en lugares tan dispares como Nueva Inglaterra y Sidney, así como su interacción con figuras históricas como Theodore Roosevelt, enriquecieron su visión del mundo y se reflejan en su obra literaria. El reconocimiento a su genio llegó con el Premio Nobel de Literatura a los 41 años, un momento culminante que Kipling narra con humildad y una profunda gratitud hacia la vida que le fue dada.
Algo de mí mismo es también un diálogo con el oficio de escribir, donde Kipling comparte los entresijos de su proceso creativo y revela la verdadera esencia de obras como "Si...". A través de estas páginas, el lector no solo descubre la autobiografía de Kipling, sino que también se encuentra con un espejo en el que puede reflejarse, ya que, como sugiere el propio título, este libro es un fragmento de nosotros mismos, un relato universal de búsqueda y comprensión personal.
Jorge Luis Borges, uno de sus admiradores, destacó la capacidad de Kipling para narrar el pasado sin contaminarlo con el presente, una virtud que hace de este libro una obra imprescindible para entender no solo la vida del autor, sino también una época definitoria del colonialismo inglés y su impacto en el mundo contemporáneo.