Publicada en 1977, "La tía Julia y el escribidor" es una novela semi-autobiográfica del laureado escritor peruano Mario Vargas Llosa. Esta obra se desarrolla en el Lima de los años cincuenta, articulando dos historias paralelas que se entrelazan a través de sus personajes y temáticas. Por un lado, tenemos la relación amorosa entre un joven aspirante a escritor, Mario "Varguitas" y su tía política, Julia Urquidi, una mujer divorciada catorce años mayor que él. Por otro lado, se narra la vida del excéntrico y creativo Pedro Camacho, un libretista boliviano de radionovelas, cuya excentricidad y genio creativo llevan a situaciones tanto cómicas como trágicas.
La relación entre Varguitas y la tía Julia es el eje central de la novela. A pesar de las fuertes objeciones familiares y sociales, su amor florece en un contexto donde las convenciones y el qué dirán dictan la conducta social. Esta relación, cargada de un amor casi prohibido y teñida por la controversia, desafía las normas establecidas y refleja las tensiones entre la libertad personal y las restricciones culturales de la época.
En contraposición, la trama de Pedro Camacho ofrece un vistazo a la industria de las radionovelas, muy populares en aquel tiempo. Camacho, con su prolífica imaginación y peculiar método de trabajo, es responsable de múltiples series que se transmiten en la radio donde Varguitas trabaja. Sin embargo, la mente del escribidor comienza a colapsar bajo el peso de su propia creatividad, llevando sus historias a un caos narrativo que refleja su deterioro mental.
La obra utiliza estas dos historias para explorar temas como el arte, la locura, la pasión y la identidad. Vargas Llosa, con su habilidad para entrelazar la comedia con el drama, y lo trivial con lo profundo, crea un tejido narrativo que no solo entretiene, sino que también invita a la reflexión sobre la naturaleza de la creación artística y las convenciones sociales. "La tía Julia y el escribidor", más que una novela, es un estudio sobre cómo las historias que contamos, en la vida y en el arte, configuran nuestra realidad.
Este libro, aunque no es el más aclamado del autor, sigue siendo una lectura esencial para entender mejor su obra y la literatura latinoamericana del siglo XX. Con una prosa fluida y una estructura que mantiene al lector enganchado, Vargas Llosa logra una narración memorable que combina con maestría la realidad con la ficción, y lo autobiográfico con lo universal.