El Paraíso en la otra esquina, una novela de Mario Vargas Llosa, publicada en 2003, teje un relato fascinante que entrelaza las vidas de dos personajes históricos: Flora Tristán y su nieto, el pintor Paul Gauguin. Aunque nunca se conocieron en vida, Vargas Llosa los une a través de sus ideales y luchas en busca de un paraíso terrenal.
Flora Tristán, una pionera del feminismo y la defensa de los derechos obreros en la Francia del siglo XIX, dedica su vida a la búsqueda de un mundo más justo para las mujeres y los trabajadores. Su historia se presenta como una cruzada incansable que la lleva por todo el país, enfrentándose a las convenciones sociales y a los poderes establecidos que buscan mantener el status quo.
Por otro lado, varias décadas después, Paul Gauguin, abandona su vida burguesa y una prometedora carrera en el mundo financiero para seguir su pasión por la pintura. Su búsqueda lo lleva primero a Bretaña y luego a Tahití, lugares que considera no contaminados por las convenciones de la sociedad occidental. En estos paisajes exóticos, Gauguin busca capturar la esencia de la pureza y la libertad a través de su arte, intentando alcanzar su propio paraíso.
La novela alterna entre estos dos relatos, mostrando cómo, a pesar de sus diferencias y el tiempo que los separa, ambos personajes comparten una búsqueda común: la de un ideal, un lugar donde la felicidad y la libertad sean completamente realizables. Vargas Llosa explora profundamente la psicología de Flora y Gauguin, examinando sus motivaciones, sus conflictos internos y la constante lucha contra las restricciones de su tiempo.
El Paraíso en la otra esquina no solo es una exploración de dos vidas cruzadas por la sangre y el idealismo, sino también una reflexión sobre la naturaleza de las utopías y cómo estas pueden definir nuestras vidas. Con una prosa rica y envolvente, Vargas Llosa invita al lector a reflexionar sobre la posibilidad de encontrar un paraíso en esta esquina de la realidad, o si siempre estará, inalcanzable, en la otra esquina.