En "Sólo para mujeres", Clarice Lispector teje una serie de 290 crónicas que resuenan con la experiencia femenina de finales de los años 50 y principios de los 60, publicadas principalmente entre 1959 y 1961. Este período marca un retorno significativo para Clarice, quien, después de vivir ocho años en Washington y observar el conservadurismo social de la época, regresa a Río de Janeiro como una mujer recién divorciada. Este cambio de vida coincide con su nuevo trabajo como columnista, un rol que asume bajo varios seudónimos debido a la naturaleza personal y políticamente sensible de sus observaciones.
Clarice opta por no firmar con su propio nombre y en su lugar escribe bajo los alias de Tereza Quadros y Helen Palmer, o incluso toma prestado el nombre de la famosa actriz brasileña Ilka Soares. Esta elección de anonimato le permite explorar libremente temas que son cruciales para la mujer de la época, como la belleza, el amor, la maternidad y la vida doméstica, sin restricciones ni juicios previos. Estos artículos no solo ofrecen consejos prácticos sino que también reflejan un profundo entendimiento de la condición femenina, mostrando que a pesar de los cambios y conquistas sociales, la esencia de ser mujer permanece constante.
El libro se presenta como un almanaque de aquellos años, proporcionando no solo una mirada retrospectiva a las costumbres y expectativas sociales de entonces, sino también un comentario agudo sobre cómo estas normas han evolucionado —o en algunos casos, cómo no lo han hecho. Las crónicas de Lispector son divertidas, a veces irónicas y siempre enriquecedoras, ofreciendo un vistazo a la vida cotidiana de la mujer en un momento de transición significativa tanto personal para la autora como socialmente para el mundo.
"Sólo para mujeres" es, por lo tanto, más que una simple colección de columnas periodísticas; es un testimonio de la lucha y la resiliencia femenina, un reconocimiento de los pequeños actos de rebelión contra las estructuras opresivas y un recordatorio de que, aunque los tiempos cambian, ciertas luchas y verdades permanecen. Clarice Lispector, con su perspicacia característica y su sensibilidad única, ofrece en estas páginas una obra que es esencial no solo para entender su propio desarrollo como escritora sino también para apreciar la evolución de la sociedad en cuanto a los roles de género.
