En "A las dos serán las tres", Sergi Pàmies nos invita a un viaje literario a través de diez cuentos que exploran la vida cotidiana con un toque de ironía, humor y ternura. Cada relato comienza con una premisa clara, pero su desenlace permanece abierto hasta el último momento, reflejando la filosofía del autor de que el proceso creativo es más estimulante cuando el final es incierto. Esta colección no solo celebra el acto de contar historias, sino también el de leerlas, ofreciendo un disfrute puramente narrativo sin la obligación de llegar a una conclusión definida.
Sergi Pàmies utiliza su aguda observación de los eventos cotidianos y los hitos culturales y sociales para tejer historias que abarcan desde la dictadura franquista hasta los recientes atentados de Cataluña en 2017. Sin caer en la nostalgia, el autor opta por una reflexión compasiva sobre estos eventos, especialmente desde una perspectiva personal y a menudo introspectiva. A través de su prosa elegante y reposada, Pàmies no solo narra, sino que también reflexiona sobre el paso del tiempo y la memoria, utilizando su propia vida como telón de fondo para explorar temas universales.
Entre los cuentos, encontramos personajes y situaciones que van desde lo conmovedor hasta lo absurdo: un padre que pide ayuda a su hijo para navegar en el mundo de las citas online, un escritor que investiga la conexión entre su primera obra literaria y su primera experiencia sexual, y un músico frustrado que nunca pudo comprar su clarinete deseado. Estos relatos, aunque a menudo contienen elementos autobiográficos, no buscan ser una autoficción directa, sino más bien un diálogo entre la vida del autor y sus ficciones, mostrando cómo los pequeños detalles personales pueden revelar verdades más amplias.
Traducido por el propio Pàmies, "A las dos serán las tres" es un testimonio de la madurez literaria de un autor que ha dedicado su vida a la palabra escrita, tanto como periodista como escritor. Este libro no solo es una reflexión sobre eventos personales y colectivos, sino también un ejercicio de estilo que desafía las convenciones del relato corto, invitando al lector a participar activamente en la construcción de los significados. En definitiva, Pàmies ofrece una obra que es tanto un placer leer como lo fue para él escribirla.