En "El huevo de oro", Donna Leon nos sumerge una vez más en los misteriosos y enigmáticos canales de Venecia, de la mano de su protagonista, el comisario Guido Brunetti. Esta vez, el caso comienza con un hallazgo perturbador: un hombre sordo y con discapacidad mental, empleado en una tintorería local, es encontrado muerto debido a una sobredosis de pastillas. Este trágico suceso sacude profundamente a Paola, esposa de Brunetti, quien se siente culpable por nunca haber reparado en él, pese a ser una presencia constante en el vecindario.
Conmovido por la preocupación de su esposa y el peculiar detalle de que hay pocos casos de suicidio entre personas con discapacidades psíquicas, Brunetti se lanza a una investigación que, aunque inicialmente parece ser solo por curiosidad, pronto se convierte en algo mucho más complejo. A medida que avanza, descubre que el hombre no figura en ningún registro oficial y que las personas con las que habla parecen tener secretos que desean mantener ocultos.
Lo que en principio parecía ser un claro caso de suicidio se transforma en una intrincada red de mentiras y corrupción. Brunetti, con su habitual perspicacia y dedicación, se ve envuelto en una investigación que revela oscuros secretos y la indiferencia de la sociedad hacia los más vulnerables. La trama se desarrolla mostrando no solo la habilidad de Leon para crear un thriller apasionante, sino también su aguda crítica hacia las sombras que acechan en las instituciones y en las relaciones humanas.
"El huevo de oro" no solo es un thriller policíaco, sino una exploración profunda del alma humana y de las injusticias sociales, escrita con la elegancia y profundidad que caracterizan a Donna Leon. Con diálogos que reflejan la autenticidad de los personajes y una descripción vívida de Venecia, esta novela es una adición imprescindible a la serie del comisario Brunetti, combinando misterio con crítica social, y manteniendo al lector en vilo hasta su impactante conclusión.