En "El peor remedio", Donna Leon nos sumerge una vez más en el complicado mundo del comisario Guido Brunetti, en una trama que entrelaza dilemas morales, crimen y vida familiar en la evocadora Venecia. La historia comienza con un acto de rebeldía por parte de Paola, la esposa de Brunetti, quien, horrorizada por la explotación del turismo sexual infantil en Extremo Oriente, decide tomar la justicia por su mano. Su forma de protesta es drástica: apedrea en dos ocasiones el escaparate de una agencia de viajes implicada en dicha actividad.
Este impulso de Paola coloca a Brunetti en una situación delicada, pues debe equilibrar su rol profesional y su lealtad familiar. La situación se complica aún más cuando el dueño de la agencia es encontrado asesinado, lo que pone a Brunetti directamente en el centro de una complicada investigación que revela una trama de tráfico ilegal y falsificación de medicamentos. A medida que avanza la investigación, Brunetti se enfrenta a presiones tanto en el ámbito laboral, donde sus jefes le retiran todos los casos activos, como en el personal, con la prensa asediando a toda su familia debido a las acciones de Paola.
Donna Leon, con su característica profundidad psicológica y atención al detalle, explora no solo el crimen y sus consecuencias, sino también las tensiones y afectos que tejen la vida familiar de Brunetti. A través de la narrativa, se destacan las dinámicas entre los integrantes de la familia y cómo cada uno enfrenta el escrutinio público y personal. Además, personajes recurrentes como la signorina Elettra aportan momentos de alivio y humanidad que equilibran la tensión de la trama principal.
"El peor remedio" es una reflexión sobre los límites de la justicia personal frente a la legal, y cómo las decisiones impulsadas por la indignación moral pueden tener repercusiones inesperadas y a menudo devastadoras. Con un estilo que combina elegancia y una trama envolvente, Leon nos ofrece otra entrega memorable de esta serie, haciendo que el lector se cuestione hasta dónde está dispuesto a llegar por defender sus convicciones.