"Un salto de fe" de Victoria Lee nos introduce en la complicada pero esperanzadora vida de Elisheva Cohen, quien, tras casi una década fuera, regresa a Nueva York. Con cuatro años de sobriedad a sus espaldas y una beca para estudiar fotografía bajo la tutela de Wyatt Cole, una figura icónica en el mundo del arte, Elisheva ve una oportunidad para dejar atrás las sombras de su pasado. Sin embargo, la lucha interna de Ely por no caer en el autosabotaje sigue siendo su mayor desafío.
El inicio de su nueva vida toma un giro inesperado cuando, tras una noche de pasión con un desconocido, Elisheva descubre que el hombre con quien compartió más que palabras no es otro que Wyatt Cole, su mentor y profesor. Este encuentro fortuito pone en jaque no solo su estabilidad emocional sino también su carrera, pues Wyatt, a pesar de la atracción mutua, sabe que debe mantener una relación profesional estricta con ella.
Wyatt Cole es un personaje que, a su vez, arrastra un pasado turbulento. Tras declararse transgénero y ser expulsado del ejército, enfrentó el rechazo de su familia y luchó contra sus propios demonios para mantenerse sobrio y triunfar en el exigente mundo del arte. La llegada de Elisheva a su vida le recuerda la importancia de la integridad personal y profesional, pero también lo confronta con el deseo y la posibilidad de redención.
En "Un salto de fe", Victoria Lee teje una narrativa que explora la vulnerabilidad, la resiliencia y el poder de las segundas oportunidades. A través de la lente de dos almas heridas que buscan redención y éxito, Lee nos invita a reflexionar sobre la importancia del perdón, la aceptación y el coraje para enfrentar nuestros propios miedos. Ambientada en el vibrante escenario de Nueva York y en el intrigante mundo del arte contemporáneo, esta novela es un testimonio de cómo el pasado no tiene por qué definir nuestro futuro y cómo, a veces, un salto de fe es todo lo que se necesita para cambiarlo todo.