En "Y la iglesia inventó a la mujer", Michela Murgia realiza un profundo análisis sobre la influencia de la iglesia en la construcción de la identidad femenina, especialmente a través de la figura de María de Nazaret. Este libro, que oscila entre el ensayo y el testimonio personal, no solo es una crítica a la representación simplificada y marginal de la mujer en el imaginario católico, sino también una exploración de las repercusiones de estas imágenes en la vida cotidiana de las mujeres modernas.
Murgia, con una base sólida en teología y una vasta experiencia como animadora parroquial, utiliza una variedad de fuentes para sostener su argumentación. Desde parábolas bíblicas hasta encíclicas papales, pasando por obras de arte clásico y medios de comunicación modernos, la autora desgrana cómo todos estos elementos perpetúan una visión de la mujer que necesita ser revisada y desafiada. Este libro no pretende emitir juicios definitivos, sino compartir experiencias y observaciones que invitan a la reflexión crítica.
El texto también es un relato personal y colectivo de mujeres, desde la propia autora y su madre hasta figuras cotidianas como una panadera o una cartera. Murgia enfatiza que las historias y los roles impuestos a las mujeres no solo afectan a ellas sino a toda la sociedad, incluyendo a los hombres, quienes también son "hijos" de estas narrativas. En este sentido, el libro es un llamado a un despertar conjunto, para liberarnos de mitos y roles de género restrictivos.
La capacidad narrativa de Murgia, junto con su enfoque original y su curiosidad innata, hacen de "Y la iglesia inventó a la mujer" una lectura cautivadora y esencial para entender la compleja interacción entre religión y género. A través de un lenguaje que mezcla el análisis riguroso con un cierto toque de sarcasmo, Murgia no solo informa sino que también entretiene, haciendo de este libro una obra imprescindible en la literatura contemporánea sobre feminismo y estudios de género.
