En "El caso de las japonesas muertas", Antonio Mercero nos sumerge en un inquietante thriller que transcurre en el corazón de Madrid, donde la inspectora Sofía Luna, recién reincorporada a la Brigada tras su cirugía de reasignación de sexo, se enfrenta a un desafiante y macabro misterio. El asesino, con una selección peculiar de víctimas exclusivamente japonesas, parece tener una conexión con los viajes turísticos organizados y un enigmático grupo de personas asexuales que rechazan la hipersexualidad de la vida moderna y veneran a la estrella de mar como su animal favorito.
Luna, acompañada de un equipo competente y una traductora de japonés que esconde sus propios secretos, debe resolver el caso bajo el escrutinio de una implacable presión mediática. La trama se complica con la desaparición de la hija del embajador de Japón, elevando las apuestas y la tensión en una carrera contra el tiempo para salvarla antes de que sea demasiado tarde.
Paralelamente, un drama personal se despliega para Luna cuando su padre, con quien no ha hablado en años, se ve involucrado en un homicidio que él asegura fue en legítima defensa. A medida que Sofía se adentra en la investigación, se destapan secretos familiares que habían estado enterrados durante mucho tiempo, lo que añade una capa de complejidad emocional a su ya tumultuosa vida profesional y personal.
La novela no solo es un thriller policiaco de ritmo rápido y giros inesperados, sino también una exploración profunda de temas como la identidad, la sexualidad y la familia. Mercero, con un estilo claro y directo, consigue mantener al lector enganchado de principio a fin, mientras reflexiona sobre la intolerancia y el papel del sexo en la sociedad contemporánea. "El caso de las japonesas muertas" promete ser una adición valiosa a la literatura de suspense y un paso adelante en la representación de personajes transgénero en el género negrocriminal.
Este libro es ideal para quienes disfrutan de novelas policiacas con detectives singulares y tramas que desafían las convenciones sociales, manteniendo al mismo tiempo una narrativa absorbente y emocionalmente resonante. Con este nuevo personaje, Sofía Luna, Mercero se establece firmemente en el panorama de la novela negra española moderna.
