"Todos los gatos son pardos" de Carlos Fuentes es una obra teatral que explora el dramático episodio de la conquista de México, entrelazando el pasado con reflexiones contemporáneas sobre el poder y la identidad. La pieza fue estrenada en 1969 en la Ciudad de México y publicada al año siguiente, con una refundición titulada "Ceremonias del alba" aparecida en 1991. Aunque Fuentes es más reconocido por sus novelas y ensayos, esta obra dramática destaca por su profundidad y relevancia histórica y política.
La trama se desarrolla a lo largo de nueve escenas de variada duración, abarcando desde la víspera del desembarco de Hernán Cortés en 1519 hasta la muerte de Moctezuma II y la destrucción de Tenochtitlan. Sin embargo, no se limita a ser un mero relato histórico; la obra culmina con una poderosa transmutación de los personajes históricos en figuras del siglo XX, ligando así el pasado colonial con el presente político de México.
Inspirada en parte por las ideas de Jacques Lacan y una sugerencia de Arthur Miller, Fuentes construye un relato donde Moctezuma y Cortés representan dos caras del poder: la fatalidad y la voluntad, respectivamente. Entre ellos, Malinche (Doña Marina) actúa como puente lingüístico y cultural, cuyas palabras tejen el destino de ambos imperios. A través de su hijo, el primer mestizo, Malinche articula los temas centrales de muerte, sueño, rebelión y amor, reflejando la progresiva dificultad de alcanzar cada uno de estos estados en el contexto de la nueva realidad mexicana.
Además del relato histórico, Fuentes incorpora una crítica velada al régimen del PRI en el prólogo de la obra, relacionando indirectamente los eventos de 1968 y la matanza de Tlatelolco con la resistencia y la represión experimentadas por los aztecas. Esta capa de interpretación política añade profundidad y actualidad a la obra, convirtiéndola en un comentario sobre la persistencia del autoritarismo y la resistencia cultural en México.
En resumen, "Todos los gatos son pardos" es más que una obra sobre la conquista; es un análisis de cómo la historia y la política se entrelazan, cómo los legados del pasado siguen moldeando el presente y cómo, a menudo, en palabras y actos de poder, todos los gatos son, efectivamente, pardos.
