"Las traquinias" es una tragedia griega de Sófocles que explora temas de amor, celos y destino a través de los personajes mitológicos de Deyanira y Heracles. La obra se sitúa en Traquinia, donde Deyanira, esposa de Heracles, vive con sus hijos mientras su marido realiza hazañas heroicas lejos de casa. Heracles ha estado ausente durante quince meses, y Deyanira, consumida por la preocupación y el temor a su muerte, recibe noticias contradictorias sobre su paradero y acciones.
En medio de la angustia, Deyanira envía a su hijo Hilo en búsqueda de su padre, tras escuchar que Heracles podría estar en Eubea tras una batalla. Según un oráculo, Heracles enfrenta la posibilidad de morir en este lugar o, si sobrevive, llevar una vida pacífica. Mientras tanto, un coro de doncellas intenta consolar a Deyanira, recordándole que Zeus cuida de sus propios hijos, aunque también distribuye suerte y adversidad entre ellos.
La tensión se intensifica con la llegada de un mensajero y Licas, un heraldo, quienes traen noticias de la victoria de Heracles y su próximo retorno. Licas relata cómo Heracles, en venganza por malos tratos previos, ha saqueado Ecalia y tomado prisioneras, incluyendo a Yole, hija del rey Eurito y objeto del afecto de Heracles. Este descubrimiento provoca una crisis en Deyanira, quien teme perder el amor de su esposo.
Desesperada por recuperar la atención de Heracles, Deyanira recurre a un filtro amoroso que había recibido del centauro Neso años atrás. Sin saber que el filtro es en realidad un veneno mortal, lo aplica a una túnica que envía a Heracles como regalo. Solo cuando la túnica comienza a corroer otra tela, Deyanira se da cuenta de su error, pero es demasiado tarde. Heracles, al vestir la túnica durante un sacrificio, sufre tormentos indescriptibles debido al veneno. En medio de su agonía, Heracles cumple con su destino trágico, víctima del amor mal dirigido de su esposa y de sus propios actos de venganza.
"Las traquinias" nos confronta con las consecuencias devastadoras de los errores y los malentendidos, y la ineludible crueldad del destino que persigue a los personajes trágicos de la antigüedad griega. A través de esta obra, Sófocles nos invita a reflexionar sobre la naturaleza del amor, la lealtad y la justicia divina en un mundo regido por dioses caprichosos y mortales falibles.