"La bestia en la cueva" es un temprano y escalofriante relato de H.P. Lovecraft que nos sumerge en las sombras y misterios de la vasta Cueva del Mamut. Escrito en la primavera de 1904, cuando Lovecraft contaba con tan solo quince años, este cuento fue publicado inicialmente en el fanzine The Vagrant en junio de 1918. Aunque en sus inicios fue considerado un mero ejercicio de imitación del terror gótico, la narrativa logra capturar eficazmente la esencia del miedo y la desesperación.
La historia comienza cuando un hombre, durante una excursión guiada, se separa accidentalmente de su grupo en la laberíntica Cueva del Mamut. A medida que la luz de su linterna se debilita, el pánico se apodera de él al darse cuenta de que está completamente perdido. En un intento desesperado por encontrar una salida o llamar la atención de su guía, comienza a hacer ruidos. Sin embargo, en lugar de la ayuda esperada, sus oídos captan el eco de pasos que se acercan, pasos que no parecen humanos.
Con el corazón palpitante por el terror, el protagonista se enfrenta a la incertidumbre de lo que se acerca a él en la oscuridad. Convencido de que podría tratarse de un puma o alguna otra fiera, lanza una piedra hacia el origen del sonido. El impacto derriba a la criatura, que cae al suelo con un quejido. En ese momento crítico, el guía logra encontrar al hombre y juntos examinan a la bestia con la ayuda de una linterna. Lo que descubren es algo inesperado y profundamente perturbador: el rostro pálido y deformado de un ser humano, otro explorador que, como él, se había perdido en la cueva años atrás.
Este relato no solo explora los temores ancestrales al aislamiento y a la oscuridad, sino que también juega con la idea de la transformación involuntaria provocada por el entorno. "La bestia en la cueva" es una muestra fascinante del incipiente talento de Lovecraft para el terror, ofreciendo una lectura que no solo entretiene, sino que también invita a reflexionar sobre nuestras propias sombras interiores y miedos primordiales.