"Lo que trae la luna", un poema en prosa de H.P. Lovecraft, nos sumerge en una experiencia gótica donde la luna revela horrores ocultos en un jardín ancestral. Escrito en 1922 y publicado en 1943 en "Más allá del muro del sueño", el poema explora el terror psicológico y lo sobrenatural a través de una narrativa vívida y descriptiva.
El narrador comienza expresando su temor y odio hacia la luna, cuya luz transforma los lugares familiares en escenas grotescas y desconocidas. Durante un paseo nocturno en un jardín iluminado por un brillo lunar, el narrador observa cómo las aguas de un arroyo se vuelven ominosas, llevando las flores de loto hacia un destino desconocido y siniestro. Este paisaje, alterado por la luz de la luna, no sólo se expande más allá de los límites físicos habituales, sino que también se extiende hacia un mar vasto e innombrable, lleno de misterios y presagios.
Al avanzar, el narrador se encuentra con un mar inmenso donde los chapiteles de una ciudad sumergida son visibles bajo las olas. La atmósfera se intensifica con el descubrimiento de esta ciudad muerta, donde los restos de los muertos se acumulan y son devorados por gusanos marinos. La presencia de un cóndor negro que busca descanso en un arrecife lejano añade una dimensión aún más sombría al escenario, subrayando la desolación y el abandono que reina en este lugar olvidado.
La obra culmina con una sensación de desesperanza y terror ante la inmensidad del mar y los secretos que oculta bajo su superficie. La luna, en su descenso hacia el horizonte, sigue arrojando luz sobre esta escena macabra, revelando la verdadera naturaleza de lo que antes parecía ser un simple jardín. "Lo que trae la luna" es un viaje a través del miedo y la fascinación por lo desconocido, un poema que desafía nuestra percepción de la realidad y nos confronta con la ineludible presencia de la muerte.