En "El año que soñamos peligrosamente", Slavoj Zizek explora el vibrante despertar político y sus consecuencias a lo largo de 2011, un periodo marcado por movimientos de protesta globales que prometían una reconfiguración radical de las estructuras socioeconómicas y políticas. Sin embargo, Zizek nos presenta una narrativa que no solo celebra estos levantamientos, sino que también escudriña en su rápida desintegración y las dificultades inherentes a mantener el ímpetu revolucionario.
El libro se sumerge en casos emblemáticos como la Primavera Árabe y el movimiento Occupy Wall Street, analizando cómo estos aparentes augurios de cambio se encontraron con obstáculos insuperables que van desde pactos políticos inestables hasta el resurgimiento de autoritarismos y fundamentalismos. A través de su característico enfoque filosófico y cultural, Zizek investiga el "trabajo del sueño" de la representación política y los ciclos de explotación y sublevación, cuestionando si los movimientos fueron genuinamente emancipatorios o simplemente un reflejo de deseos utópicos condenados al fracaso.
Además, el autor no se limita a un análisis político convencional, sino que también incorpora perspectivas de la cultura popular y teoría crítica, como se ve en su discusión sobre la serie "The Wire". Zizek utiliza estos ejemplos para ilustrar cómo la narrativa de los medios y la cultura popular pueden reflejar y a veces prefigurar dinámicas políticas y sociales.
Finalmente, "El año que soñamos peligrosamente" es un llamado a no perder la esperanza ni caer en la nostalgia o el cinismo. Zizek nos insta a reconocer los fallos y las limitaciones de los movimientos pasados, pero también a buscar en ellos las semillas de futuras posibilidades políticas y sociales. A través de un análisis agudo y provocador, el libro no solo reflexiona sobre lo que fue, sino que también especula sobre lo que podría ser, manteniendo viva la llama de la posibilidad revolucionaria.