Pedagogía del oprimido, escrito por Paulo Freire, es un influyente texto que aborda la relación entre educación, opresión y libertad a través de una lente crítica y marxista. Publicado por primera vez en 1968, el libro ofrece una profunda reflexión sobre la condición de "los oprimidos" y plantea una pedagogía revolucionaria que busca transformar la dinámica entre educador y educando, y entre los sujetos sociales en general.
Freire, quien adquirió una vasta experiencia en programas de alfabetización para adultos en Brasil y posteriormente en Chile, utiliza esta obra para analizar y criticar las estructuras de poder que mantienen a ciertas clases sociales en la opresión. El texto surge de sus experiencias directas con la pobreza y la injusticia, especialmente notables durante su tiempo en Chile trabajando con el Instituto Chileno para la Reforma Agraria antes de la elección de Salvador Allende.
La obra se estructura en torno a la idea de que la educación no debe ser concebida como un proceso de depósito de conocimientos del educador al educando, sino como un acto de cognición mutua que puede liberar tanto a oprimidos como a opresores. Freire critica el modelo tradicional de educación, que considera alienante y reproductor de las mismas estructuras de dominación que perpetúan la opresión.
En Pedagogía del oprimido, Freire introduce la teoría de la acción antidialógica, que describe cómo los opresores deshumanizan a los oprimidos, fragmentan a la sociedad y manipulan la cultura para mantener su dominio. Freire argumenta que la verdadera liberación se logra cuando los oprimidos toman conciencia de su situación y se esfuerzan por superarla, adoptando una acción dialógica que fomente la cooperación, la solidaridad y la organización en busca de la recuperación de su humanidad.
El libro sigue siendo un texto esencial en estudios de educación y filosofía, particularmente dentro de la corriente de la pedagogía crítica. Su enfoque en la liberación a través de la educación continúa inspirando a educadores y activistas alrededor del mundo, y su relevancia perdura como un llamado a repensar y transformar las prácticas educativas en contextos de injusticia y desigualdad social.