En la vibrante y tumultuosa Holanda del siglo XVII, "El tulipán negro" de Alejandro Dumas teje una historia de intriga, pasión y ambición en torno a la flor más enigmática de la época. La novela comienza con un trágico preludio donde los hermanos De Witt, acusados de conspiración, son brutalmente asesinados por una multitud, dejando tras de sí documentos comprometedores que caen en manos de su ahijado, Cornelius.
Cornelius, un joven y apasionado floricultor, es injustamente encarcelado debido a estos documentos. En prisión, conoce a Rosa, la hija del carcelero, con quien desarrolla una complicidad basada en su mutuo interés por el cultivo de tulipanes. Juntos, se embarcan en la misión casi imposible de cultivar un tulipán negro, flor que nunca antes ha sido lograda y que se convierte en símbolo de su resistencia y esperanza contra la adversidad.
Dumas, con su característica maestría para el drama y la creación de personajes memorables, explora no solo las complejidades del amor y la traición, sino también los detalles del cultivo del tulipán, haciendo del libro una rica fuente de información sobre la horticultura de la época. Además, la novela está impregnada de una crítica social al retratar la codicia y la obsesión desatadas por la competencia para conseguir el tulipán perfecto, reflejo de la famosa tulipomanía que se apoderó de los Países Bajos en el siglo XVII.
"El tulipán negro" no es solo una historia de amor y misterio; es también una exploración de la naturaleza humana y sus extremos. A través de la evolución de sus personajes principales y la rica descripción de los paisajes y costumbres holandesas, Dumas invita al lector a reflexionar sobre la locura colectiva y el valor de la belleza y la perfección efímera. Con su prosa fluida y envolvente, este clásico no solo confirma el talento de Dumas para contar historias que capturan la imaginación, sino que también ofrece un viaje inolvidable a través de uno de los períodos más fascinantes de la historia europea.