La liebre de mi abuelo, escrita por Alejandro Dumas, es una intrigante novela corta que se sumerge en los géneros de terror y lo sobrenatural, mientras explora las complejidades de la culpa y la redención. Situada en el pintoresco pueblo de Theux, cerca de la frontera franco-belga, la historia sigue a Jerôme, un boticario y cazador apasionado, conocido por su escepticismo y habilidades de caza.
La vida de Jerôme da un giro drástico cuando, en un acto de osadía, decide cazar en los terrenos prohibidos del obispo. Este atrevimiento resulta en su captura y posterior encarcelamiento por el guardabosques local. Sin embargo, la verdadera espiral comienza en invierno, cuando Jerôme, consumido por un oscuro impulso, asesina al guardabosques. Este acto marca el inicio de su tormento, pues el crimen pasa desapercibido para todos excepto para él.
Atormentado por visiones y sueños perturbadores, Jerôme se encuentra con una figura recurrente y enigmática: una gigantesca liebre blanca que se aparece durante sus cacerías, imperturbable ante balas y trampas. Este ser sobrenatural, que desafía la realidad y la razón, simboliza la culpa que Jerôme no puede escapar y es una constante recordatorio de su crimen.
A medida que la presencia de la liebre se intensifica, también lo hace la lucha interna de Jerôme, atrapándolo en un ciclo de remordimiento y miedo que cuestiona su cordura y moralidad. La liebre de mi abuelo no solo es una historia de suspense y elementos sobrenaturales, sino también una profunda exploración de la psique humana y las consecuencias de nuestros actos más oscuros. Dumas, con su característico dominio narrativo, teje una historia que captura la esencia del terror gótico mientras invita a la reflexión sobre temas eternos de ética y redención.
