En "María Antonieta", Stefan Zweig nos ofrece un retrato íntimo y meticulosamente detallado de una de las figuras más emblemáticas y trágicas de la historia francesa. Nacida en 1755 en el seno de la realeza austríaca, María Antonieta se convierte en reina de Francia al casarse a los catorce años con Luis XVI. Esta biografía no solo narra la vida de María Antonieta, sino que también sumerge al lector en el tumultuoso periodo de la Revolución Francesa, revelando cómo los destinos de la reina y de una nación se entrelazan fatalmente.
Zweig, con su característica profundidad psicológica, explora la transformación de una joven desenfadada y amante de los placeres en una mujer que enfrenta con una dignidad impresionante su destino final en la guillotina. El libro detalla sus días de esplendor en Versalles, la construcción de su refugio en el Petit Trianon y su relación prohibida con el conde Von Fersen, contrastando estos momentos con su dramática caída durante el levantamiento revolucionario. A través de correspondencias y diarios personales, Zweig no solo reconstruye la vida de María Antonieta, sino también la psique de una mujer atrapada por las circunstancias históricas.
La obra también destaca por su rica contextualización histórica, presentando a personajes clave como Robespierre y Fouché, este último un sobreviviente astuto de los turbulentos tiempos, cuya vida Zweig exploraría en otra obra. Además, el autor austriaco ofrece un análisis crítico de Luis XVI, un hombre que, según sugiere, habría preferido una vida como artesano antes que la corona francesa. Este entrelazado de biografías individuales y grandes eventos históricos hace de "María Antonieta" una lectura fascinante y profundamente humana.
Publicada con una prosa elegante y accesible, esta biografía no solo atraerá a los amantes de la historia, sino también a aquellos interesados en entender cómo las personalidades influyen en los acontecimientos históricos. En última instancia, Zweig nos presenta a una María Antonieta que es tanto producto como víctima de su tiempo, una mujer que pudo haber sido recordada por sus extravagancias, pero que Zweig reivindica como un ser de notable complejidad y coraje.