"La nueva revelación", un libro de Arthur Conan Doyle, es un profundo viaje hacia el mundo del espiritismo, un tema que capturó el interés del célebre autor tras una serie de experiencias personales y tragedias familiares. Conan Doyle, conocido principalmente por sus relatos de Sherlock Holmes, se embarca en un análisis apasionado de los fenómenos psíquicos, impulsado por la devastadora pérdida de su hijo en la Primera Guerra Mundial y la muerte de sus padres. Estas tragedias lo llevaron a cuestionar la existencia de una vida más allá de la muerte, y a buscar respuestas en el espiritismo, una doctrina que prometía comunicaciones con el más allá.
El libro se compone de dos ensayos, "La nueva revelación" y "El mensaje vital", en los cuales Conan Doyle expone su fervoroso apoyo al espiritismo, destilando sus experiencias y creencias en un lenguaje accesible y libre de la complejidad esotérica que podría alienar a los lectores no iniciados. A pesar de su trasfondo científico y materialista, Conan Doyle se convierte en un defensor apasionado del espiritismo, viajando por el mundo, ofreciendo conferencias y gastando una cantidad considerable de dinero para promover esta nueva fe. Su amistad, y posterior ruptura, con el famoso escapista Harry Houdini, refleja las tensiones entre el escepticismo y la creencia ciega que rodeaban el espiritismo en aquella época.
Conan Doyle se adentra en la historia del espiritismo, remontándose a sus orígenes en 1848 con la familia Fox de Nueva York, cuyas experiencias con ruidos inexplicables y comunicaciones espirituales sembraron las semillas de una práctica que rápidamente se extendió a Europa y fue sistematizada por el francés Allan Kardec. A través de sus escritos, Conan Doyle intenta legitimar el espiritismo como una ciencia, respaldada por eminentes figuras de la época, a pesar de las críticas y acusaciones de fraude que la rodeaban.
"La nueva revelación" representa la ferviente creencia de Conan Doyle en que el espiritismo podría regenerar a la humanidad, ofreciendo consuelo y esperanza a aquellos que buscan respuestas sobre la vida después de la muerte. Su entrega apasionada al espiritismo, aunque criticada por algunos como falta de escepticismo, refleja su desesperado deseo de encontrar un significado más profundo en un mundo que había sido sacudido por la guerra y la pérdida. Este libro no solo es un testimonio de sus convicciones personales, sino también una ventana a un movimiento que cautivó a muchos durante una era de incertidumbre y cambio.