En "La cultura del terrorismo", Noam Chomsky presenta un análisis profundo y crítico sobre las acciones de Estados Unidos en el ámbito internacional, describiendo cómo, a lo largo de su historia reciente, el país ha practicado lo que él denomina "terrorismo de Estado". Este libro, traducido al español por Patricia Mellón Martínez y publicado por Editorial Popular, se adentra en la ironía de cómo una nación, que frecuentemente se posiciona como líder mundial en la lucha contra el terrorismo, ha ejercido acciones que según el autor equivalen a terrorismo, afectando a diversas naciones y culturas con consecuencias humanas devastadoras y dudosos beneficios políticos.
Chomsky argumenta que el concepto de terrorismo no empezó ni encontró su máxima expresión en los eventos del 11 de septiembre de 2001, como muchos podrían pensar. En cambio, muestra que el uso de tácticas de terror ha sido una constante en la política exterior estadounidense durante muchas décadas. El autor detalla varios casos específicos donde Estados Unidos ha intervenido, directa o indirectamente, en los asuntos de otros países, empleando métodos que han resultado en graves violaciones de los derechos humanos y sufrimiento generalizado.
A través de una narrativa detallada y apoyada en evidencia rigurosa, Chomsky no solo desmonta la narrativa oficial que frecuentemente presenta a Estados Unidos como un paladín de la libertad y la justicia global, sino que también cuestiona la legitimidad de su papel como autoproclamado líder mundial en la lucha contra el terrorismo. Este libro es esencialmente un llamado a reconocer y repensar las políticas externas de poder que, bajo la bandera del antiterrorismo, han justificado acciones que ellos mismos catalogarían como terrorismo si fueran ejecutadas por cualquier otra nación.
"La cultura del terrorismo" es una obra crucial para entender la política internacional contemporánea, especialmente en lo que se refiere a las dinámicas de poder y control global. Chomsky, con su característico rigor intelectual, ofrece una perspectiva que es tanto desafiante como reveladora, obligando al lector a cuestionar la narrativa predominante y a considerar la historia desde una óptica crítica y, a menudo, inexplorada. Este libro no solo es un recurso académico valioso sino también una lectura obligatoria para aquellos interesados en los verdaderos impactos del poder global estadounidense y en las raíces profundas del conflicto global moderno.