Diario de un enfermo (1901) marca el debut de José Martínez Ruiz en el mundo de la novela, antes de adoptar el seudónimo de Azorín. Este breve texto, menospreciado inicialmente por su autor al no incluirlo en sus Obras Completas publicadas entre 1919 y 1922, finalmente encontró su lugar en la edición de 1947 de Editorial Aguilar, aunque con ciertas modificaciones que alteran su desenlace original.
La novela, estructurada como un diario íntimo, abarca desde el 15 de noviembre de 1898 hasta el 15 de abril de 1900. A través de sus páginas, Azorín traza un camino hacia la renovación del género novelístico, rompiendo con la tradición realista y naturalista. La acción es mínima, y el relato se centra en descripciones minuciosas de situaciones cotidianas y paisajes, reflejando un estilo impresionista y colorista que prefigura su obra posterior, La voluntad.
El protagonista, un alter ego del autor, es un héroe decadentista y culto, atrapado en el nihilismo y el spleen que caracterizan el final del siglo XIX. Su existencia transcurre en un estado de neurastenia permanente, y su vida interior se constituye en un paisaje del alma que Azorín describe con un estilo preciosista y casi musical. A través de su diario, el protagonista reflexiona sobre el sentido de la vida, la tristeza de existir y la falta de propósito, en un intento de llenar el vacío con un esteticismo influenciado por el simbolismo.
Paralelamente, la novela aborda la enfermedad física a través de la tuberculosis que aqueja a la esposa del protagonista, una condición que la llevará a la muerte. Esta dualidad entre enfermedad física y mental se convierte en el eje central de la obra, retratando la angustia y el dolor de una vida marcada por el sufrimiento y la desesperanza.
La edición de Cátedra, enriquecida con una extensa introducción de Montserrat Escartín, sumerge al lector en el universo azoriniano y el complejo contexto literario de la España de fin de siglo. Aunque la introducción pueda resultar extensa para algunos, ofrece un valioso contexto para apreciar la importancia de este título germinal en la evolución de uno de los grandes escritores de la literatura española.
Diario de un enfermo es una obra imprescindible para los amantes de la literatura española, un testimonio del intento de Azorín por modernizar la novela a través de un enfoque introspectivo y artístico. Una lectura recomendada para quienes buscan comprender la evolución del pensamiento y la narrativa de uno de los autores más influyentes de su tiempo.