'Doña Inés' de Azorín es una novela que encapsula el espíritu del romanticismo con una delicada atención a los detalles del entorno social y político de la España de 1840. Ambientada en la pintoresca ciudad de Segovia, la trama inicia con un escándalo que sacude los cimientos de esta comunidad provinciana: un beso. Este acto, aparentemente inofensivo, desata una ola de rumores y desasosiegos, reflejando los ocultos deseos y las tensiones latentes en la sociedad.
La protagonista, Doña Inés, se ve atrapada en el ojo del huracán, su reputación manchada por el escándalo. En una época donde las apariencias lo son todo, Inés se enfrenta al juicio implacable de una ciudad que murmura y conspira en cada esquina, mercado y sacristía. La novela, con sus 51 capítulos y un epílogo, avanza de manera pausada, reflejando la opresiva atmósfera de la época, y pone de manifiesto las luchas internas y externas de su protagonista.
A medida que la historia avanza, Azorín nos sumerge en un relato donde el amor, el sacrificio y la redención juegan papeles centrales. Doña Inés, en un acto de nobleza, renuncia al amor del hombre que adora en beneficio de una amiga necesitada. Este acto de altruismo no solo redefine su destino, sino que también la lleva a utilizar su riqueza para el bien de otros, culminando en la fundación de un orfanato en la distante República Argentina. De esta manera, la protagonista se transforma, pasando de ser una figura vilipendiada a un símbolo de caridad y amor desinteresado.
Además de la historia personal de Inés, Azorín utiliza la novela para pintar un cuadro más amplio de la España de la época. A través de sus páginas, se siente el pulso de una nación en turbulencia, con revoluciones y motines que reflejan un mundo en transición hacia lo desconocido. Es en este contexto que la narrativa lenta de Azorín cobra sentido, pues permite al lector experimentar la tensión entre el deseo de cambio y el peso de la tradición.
'Doña Inés' es, en última instancia, una obra que desafía las convenciones del género romántico al entrelazar un relato íntimo con un comentario social más amplio. Aunque criticada por algunos por su falta de acción, la novela encuentra su fuerza en la profundidad de sus personajes y en la aguda observación de una época convulsa.