"El ilustre Gaudissart", un relato breve de Honoré de Balzac publicado en 1833, se inscribe dentro de las "Scènes de la vie de province" de su monumental obra "La Comédie humaine". Este cuento, que se centra en el ingenioso y ambicioso vendedor ambulante Félix Gaudissart, ofrece una perspectiva humorística y crítica sobre las dinámicas sociales y comerciales de la Francia del siglo XIX.
Félix Gaudissart, conocido como "El ilustre Gaudissart", es un talentoso vendedor parisino que ha forjado su reputación en el mundo del comercio ambulante, vendiendo desde ropa y sombreros hasta seguros de vida y suscripciones a periódicos. Estos últimos, influidos por las doctrinas sansimonianas y republicanas, son para Gaudissart más una herramienta de persuasión que una ideología personal, demostrando su habilidad para adaptar su discurso al producto que vende.
La historia se desarrolla cuando Gaudissart viaja a la región de Touraine con la intención de expandir su mercado. Durante su estancia en la pequeña ciudad de Vouvray, intenta vender sus productos a un lugareño llamado Vernier. Sin embargo, Vernier, que se opone firmemente al sansimonianismo, decide burlarse de Gaudissart enviándolo a tratar con su vecina, la excéntrica y mentalmente inestable señora Margaritis.
Lo que sigue es un intercambio cómico lleno de malentendidos, donde Gaudissart, sin percatarse del estado mental de Margaritis, logra venderle suscripciones a periódicos infantiles y acuerda comprar dos barriles de vino. Vernier observa la escena en secreto y más tarde se jacta de la broma a sus amigos, mientras Gaudissart celebra su éxito comercial.
No obstante, la celebración dura poco. Al regresar a su hotel, Gaudissart descubre, por boca del propietario, que ha sido víctima de un engaño: los barriles de vino que compró no existen. Furioso por la burla, Gaudissart confronta a Vernier y lo desafía a un duelo, un enfrentamiento que termina en una reconciliación después de que ambos disparan al aire, fallando deliberadamente.
La historia concluye con Gaudissart obteniendo una compensación de la señora Margaritis por los inexistentes barriles de vino, al tiempo que Vernier, en un gesto de buena voluntad, accede a comprarle algunas suscripciones. "El ilustre Gaudissart" no solo es una sátira de las prácticas comerciales de la época, sino también un retrato de un personaje ingenioso y adaptable, capaz de navegar con astucia las complejidades sociales y económicas de su tiempo.