"El primo Pons" es una novela de Honoré de Balzac, publicada en 1847, que forma parte de "La comedia humana", específicamente en la sección de "Los parientes pobres" junto a "La prima Bette". Esta obra se centra en la figura de Sylvain Pons, un viejo y humilde músico que comparte su vida con su único amigo verdadero, el pianista alemán Wilhelm Schmucke. Ambos viven en la casa de Madame Cibot, y a pesar de su pobreza, Pons tiene dos grandes pasiones: los objetos de arte y la buena comida.
Para satisfacer su anhelo por la buena mesa, Pons visita con frecuencia a sus parientes ricos, Monsieur y Madame de Camusot de Marville, quienes aunque bien vestidos, poseen una reputación dudosa y un carácter vulgar. En un intento por mantenerse en sus buenas gracias y continuar disfrutando de sus banquetes, Pons se compromete a encontrar un pretendiente para su hija Cécile, quien no es particularmente atractiva. Sin embargo, cuando Madame de Camusot descubre el valor incalculable de la colección de arte de Pons, ve en ella una oportunidad para aumentar la dote de su hija.
La codicia desenfrenada y la falta de escrúpulos se desatan entre los personajes que rodean a Pons: Madame Cibot, Madame Camusot, el comerciante Remonencq, el astuto coleccionista de arte Élie Magus y el mezquino abogado Fraisier. Unidos por el deseo de apoderarse de la valiosa colección, no dudan en falsificar documentos para apropiarse de las preciadas piezas. El descubrimiento de estos actos de traición y robo afecta profundamente a Pons, llevándolo a una enfermedad que termina por cobrarle la vida.
En su lecho de muerte, Pons decide legar lo que queda de su colección a Schmucke, su único amigo leal y honesto en medio de un entorno corrupto y avaro. La novela se convierte así en una crítica mordaz a la burguesía que, tras la Revolución de 1830, se ha enriquecido y detenta el poder, mostrando su avidez por los bienes materiales, su falta de cultura y la torpeza emocional de sus miembros.
La vasta colección de arte que Pons ha reunido a lo largo de su vida, incluyendo pinturas, estatuillas, esculturas en marfil, madera, esmalte y porcelana, se erige como el verdadero protagonista de la historia. Este conjunto de obras de arte se convierte en el eje central de la trama, despertando el deseo y la avaricia de todos los personajes, excepto Schmucke, quien representa la integridad en un mundo consumido por la codicia.
A través de la figura de Sylvain Pons y su contraparte, Bette Fischer en "La prima Bette", Balzac explora el tema de "Los parientes pobres", ofreciendo una reflexión sobre la manipulación, la victimización y el complejo entramado de relaciones sociales en la vida parisina del siglo XIX.
