En "Edén interrumpido", Carlos Sisí nos sumerge en una historia donde lo cotidiano se transforma en una pesadilla. Daniel, el protagonista, ha logrado lo que siempre soñó: adquirir su propia casa en una urbanización tranquila. Este nuevo comienzo parece ser un trozo de paraíso, un refugio donde puede recomponer su vida y disfrutar de la serenidad que tanto anhelaba. Sin embargo, la tranquilidad se ve amenazada por un detalle aparentemente insignificante: los ladridos persistentes de un perro vecino.
Lo que podría parecer un inconveniente menor se convierte en el detonante de un desquiciamiento progresivo en la vida de Daniel. La situación se agrava cuando empieza a sentir que la sociedad lo desprotege, llevándolo a un abismo de oscuridad y desesperación. A medida que la tensión crece, el lector es arrastrado a una espiral de angustia que refleja cómo nuestras mentes pueden ser más aterradoras que cualquier amenaza externa.
Sisí, conocido por su habilidad para crear atmósferas asfixiantes, logra transmitir la desesperación de Daniel de una manera que resuena con los lectores, invitándolos a reflexionar sobre cómo los problemas triviales pueden desestabilizar nuestras vidas. La novela, aunque corta, es densa en su exploración de la inestabilidad emocional y psicológica, y ofrece una crítica mordaz a la sociedad actual, donde a menudo los juicios mediáticos prevalecen sobre el sentido común.
Publicado en 2018 como parte de la colección HABEAS CORPUS, "Edén interrumpido" es una obra que, sin ser extensa, consigue captar la atención del lector y mantenerlo en vilo hasta su clímax final. A través de sus 144 páginas, Sisí nos recuerda que el demonio, efectivamente, está en los detalles, y que lo más nimio puede desatar una tormenta personal con consecuencias devastadoras.