«La Sombra Blanca», escrita por Carlos Fidalgo, es una intrigante novela de fantasmas que se sumerge en las sombrías trincheras de la Primera Guerra Mundial. A través de un ingenioso juego de voces, Fidalgo nos transporta a un escenario marcado por la desolación y el horror, comenzando su relato en un lago absorbido por las aguas del mar, cruzando un país en pleno conflicto bélico y desembocando en un laberinto de trincheras situadas tras un río, límite con las pesadillas más oscuras.
El centro de esta narración es Elgin Gairloch, un soldado escocés reclutado para luchar en las batallas francesas, cuya experiencia en la guerra culmina con su regreso a casa tras la última batalla del Somme en la primavera de 1918. Sin embargo, el regreso de Elgin no es el de un héroe tradicional, sino el de un hombre marcado por el terror, la pérdida y el trauma. La historia explora no sólo sus desafíos, sino también los de sus compañeros soldados, algunos de los cuales pierden la voz o la vista de manera irreversible, capturando la brutalidad de la guerra y sus efectos deshumanizantes.
La narrativa se enriquece con elementos sobrenaturales, como apariciones espectrales y misteriosas sombras que se deslizan por las trincheras o detrás de las ventanas de los hospitales y casas devastadas por el fuego. Este toque fantasmagórico intensifica la atmósfera de desesperanza y misterio, haciendo que «La Sombra Blanca» sea no solo un relato de guerra, sino también una profunda reflexión sobre la naturaleza del miedo, la memoria y la muerte.
Carlos Fidalgo logra con esta obra una fusión magistral entre la historia y lo sobrenatural, invitando a los lectores a un viaje emocional y espectral que desafía las convenciones del género. Con una prosa cautivadora y personajes profundamente humanos, «La Sombra Blanca» se revela como una pieza literaria que merece ser leída y recordada, especialmente por aquellos interesados en las repercusiones psicológicas y espirituales de los conflictos bélicos.