La ciudad doble, escrita por Carlos Perellón, es una obra que nos sumerge en la compleja relación entre un padre y un hijo que, tras años de ausencia, regresan a Madrid desde Nueva York. Cada uno arrastra sus propios fantasmas: el padre, un pasado que intenta ocultar y que lo consume con la intensidad de la nostalgia; el hijo, huyendo de un crimen que no cometió y de su propio terror.
La narrativa de Perellón se despliega a través de un Madrid y un Nueva York que casi actúan como personajes, influyendo y dirigiendo las vidas de sus habitantes con normas no escritas. Este retorno a Madrid se convierte en un intento del padre de reconciliarse con el tiempo perdido, mientras que el hijo se ve atrapado en recuerdos de un paseo por Coney Island, encuentros efímeros y violentos actos de amor, que reflejan su obsesión por un ideal estético marcado por la fealdad, lo vulgar y lo kitsch.
La trama se enriquece con una serie de personajes secundarios que introducen sus propias ambiciones y deseos, complicando aún más la relación entre Pablo y Ricardo, padre e hijo. La dualidad de las ciudades se refleja en la de estos dos personajes, que aunque unidos por la sangre, tienen visiones del arte y de la vida radicalmente opuestas. Este conflicto interno se manifiesta en un debate subyacente sobre la belleza y la fealdad, presentados como los valores contrapuestos que definen este fin de siglo.
La ciudad doble es más que una novela sobre el reencuentro y los secretos familiares; es también una reflexión sobre cómo los lugares que habitamos moldean nuestras identidades y nuestros destinos. Perellón, con una prosa elegante y alucinada, construye un relato donde el pasado y el presente se entrelazan de manera inextricable, mostrando cómo los fantasmas de lo que fuimos a menudo determinan lo que somos.
