Cuando el relato es una farsa, coescrito por Nicolás Márquez y Agustín Laje, es un ensayo polémico y contundente que se adentra en las profundidades del kirchnerismo, una facción del peronismo en Argentina. Esta obra no busca la neutralidad ni el equilibrio; por el contrario, es un desafío directo a una narrativa que los autores consideran engañosa y perjudicial para la sociedad argentina.
El libro se inicia con un contexto histórico, ubicando al peronismo y al kirchnerismo dentro de la tradición política argentina, la cual es descrita como versátil y oportunista más que ideológicamente coherente. Los autores argumentan que el peronismo ha servido principalmente como vehículo para alcanzar y mantener el poder, utilizando un discurso populista que enmascara prácticas clientelistas y enriquecimiento personal en las esferas de poder.
El análisis se centra en la figura de los Kirchner, describiéndolos como productos de los turbulentos años setenta en Argentina, una época marcada por la violencia revolucionaria y la fascinación por modelos como el cubano. Se critica cómo, durante el gobierno de Isabel Perón, los Kirchner comenzaron a amasar su fortuna, lo que los autores ven como parte de una larga tradición de corrupción y manipulación dentro del peronismo.
Además, el libro confronta la visión política de los Kirchner, comparándola desfavorablemente con las prácticas en los países más prósperos y felices del mundo. Márquez y Laje sostienen que tanto el fascismo de los primeros años de Perón como el revolucionarismo setentista de los Kirchner comparten una base común que ha demostrado ser contraproducente para el desarrollo y bienestar de Argentina.
En resumen, Cuando el relato es una farsa es más que un libro; es un llamado a cuestionar y combatir lo que los autores ven como una narrativa falsa y dañina perpetuada por el kirchnerismo. A través de un estilo directo y una argumentación rigurosa, Márquez y Laje buscan desmontar los mitos que, a su juicio, han desviado el curso político y social de Argentina.
